Opinión

No hay excusas para colaborar con el ambiente

Hoy, el tema de conciencia ambiental y acción por el clima es pan de cada día. Existen planes, estrategias y acuerdos

Hoy, el tema de conciencia ambiental y acción por el clima es pan de cada día. Existen planes, estrategias y acuerdos, nacionales e internacionales, liderados por diferentes autoridades e instituciones en torno a este tema.

De hecho, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la ONU, con gran acogida en el país, pretenden generar sostenibilidad los recursos naturales.

Para contribuir con el alcance de los ODS y de todas las iniciativas en general, la normalización brinda un gran aporte en la generación de conocimiento. Asimismo las certificaciones y declaraciones brindan confianza y transparencia. De hecho, en los últimos años una importante cantidad de organizaciones han echado mano a estas herramientas para disminuir su impacto ambiental.

Las certificaciones se obtienen tras la auditoría, por parte de un organismo de tercera parte imparcial, que comprueba que las organizaciones cumplen con requisitos y especificaciones definidos por una norma técnica. Por su parte, cuando se verifica que un resultado o cálculo realizado es correcto y no tiene errores ni tergiversaciones, se otorga una declaración.

Ambas herramientas promueven la identificación de procesos para lograr prácticas más eficientes, lo que no solo contribuye con la conciencia ambiental, sino que se ve reflejado en ahorros energéticos y, por ende, económicos.

En cuanto a certificaciones en materia ambiental, entre otras, existen disponibles las normas INTE/ISO 14001:2015 y para la INTE/ISO 50001:2018.

La primera especifica los requisitos para un sistema de gestión ambiental que una organización puede usar para mejorar su desempeño ambiental. Los resultados previstos incluyen el cumplimiento de requisitos legales y el logro de los objetivos ambientales.

La segunda es un sistema de gestión de la energía que ayuda a las organizaciones a gestionar su desempeño energético, estableciendo metas alcanzables para el uso de
la energía y el diseño de planes de acción para alcanzar y medir el progreso.

Que la organización recopile datos para comprender mejor y tomar decisiones sobre el uso de energía es uno de los pluses más importantes de esta certificación, pues se enfoca en el mejoramiento continuo del desempeño energético.

Por otra parte, entre las declaraciones figuran la verificación de gases de efecto invernadero, incluida la carbono neutralidad y que ha sido muy frecuentada por las organizaciones costarricenses.

Las verificaciones de huellas ambientales, son parámetros utilizados para informar del impacto de todas las etapas del ciclo de vida de un producto. En este sentido, la huella de carbono considera las emisiones y remociones de gases de efecto invernadero expresadas como dióxido de carbono (CO2) equivalente. La huella de agua cuantifica los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua, y la huella ambiental es una medida multicriterio del comportamiento ambiental de un bien o servicio.

Existe, además, el esquema de construcción sostenible en el trópico, mejor conocido como Reset, que brinda los lineamientos para que se realicen edificaciones con el menor impacto ambiental y que de esa forma sean designadas como sostenibles.

Incluso en el país se pueden hacer eventos masivos verificados como carbono neutro, gracias a un esquema que permite calcular el impacto al ambiente de los eventos masivos para reducirlo y compensarlo a través de su aplicación. Esta modalidad incluye actividades que van desde bodas hasta conciertos.

Como vemos, no existen excusas. Cada producto, servicio, detalle o proceso en una organización puede someterse a mejoras para disminuir el impacto ambiental, a la vez que trae ahorro, eficiencia y rentabilidad.

El grado de exigencia que presentan actualmente los consumidores, hace que los ojos estén puestos sobre las empresas e instituciones, por lo que más allá de un valor agregado, las certificaciones y declaraciones, cumplen las expectativas actuales del mercado.

El mismo Gobierno está al tanto de que se cumplan con estos requerimientos, ya que en las licitaciones públicas, otorgan valores adicionales a quienes cuenten con estas certificaciones.

Costa Rica va por buen camino, realmente existe una conciencia que nos está llevando a tomar acciones a favor del ambiente, y la carrera por proteger los recursos naturales lleva muy buen ritmo.

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