Opinión

Muera el machismo! ¡Que viva el patriarcado!

(Por entregas) Masculinidad, poder, imaginario y vida cotidiana.

Indeseable

El machismo es una expresión de la masculinidad patriarcal, ejercida por hombres, que se concreta en la vida cotidiana, en  violencia, dominación, abuso, discriminación, acaparamiento, toma de decisiones unilaterales y egoístas, irrespeto, intolerancia, entre otros fenómenos, pero no se genera ni se sostiene por sí solo. (Tiene más de dos mil años y ahí sigue).

Fuentes y sostén del machismo.

“Comportate como hombre”. “Aprendé a ser hombre”. “Te voy a enseñar a ser hombre”. Son voces de ayer, de hoy y de … pronunciadas por hombres y por mujeres, que comportan una serie de mandatos que se concretan en el entenderse, en la práctica del ser hombre, de los individuos masculinos patriarcales.

El machismo, es eso, una expresión de la masculinidad patriarcal. Ésta es a la que hay que visibilizar, por que es muy sutil, muy astuta y es la que lo genera, es la que lo hace mostrarse, para no mostrarse ella, que se esconde y disfraza, en otros “valores” aceptados y para nada cuestionados, sino más bien sostenidos por la generalidad de hombres, mujeres e instituciones sociales.

Para entender la masculinidad patriarcal, es necesario tener en cuenta dos dimensiones (En otro trabajo más extenso me refiero a esto, de manera más amplia: “Masculinidad: legitimidad, ética y estética del trabajo sobre masculinidad ”):

1- La dimensión que tiene que ver con los hombres como individuos en cuanto a su entender y práctica de ser hombres. ¿Cómo vivimos y concretamos de manera práctica los hombres, el “ser hombres”, en el día a día?

2- La dimensión que tiene que ver con la masculinidad como ideología dominante, que es creada, mantenida y responde a la sociedad patriarcal y sus instituciones, emisoras de valores, mandatos y roles y creadora de consensos para hombres y para mujeres.

La masculinidad, no es sólo una conducta de personas aísladas, sino también, una estructura ideológica cultural, desde donde se decide, emite y modela esa conducta.

Reafirmando, la masculinidad crea y a la vez se sostiene en una armazón constituida por dos ejes: en un eje, se encuentra lo individual y lo cotidiano, todo aquello que la persona vive y hace en el día a día; y en el otro eje, se encuentra la sociedad expresada en sus instituciones fundamentales, en su historia y en su proyecto expreso de sociedad, valores, creencias, tradiciones, costumbres, que fundamentan lo que “es bueno” y lo que “es malo”.

En lo individual, la conducta de los hombres se concreta en mandatos y roles fundamentalmente, que modelan un sistema de relaciones, con otros hombres, con mujeres, con el ambiente y consigo mismos.

Entre los mandatos y roles más conocidos están, fuerte, callado, valiente, competente, competidor (que no son lo mismo), proveedor, entre otros.

En cuanto a las relaciones consigo mismo, la masculinidad se disfruta y se celebra (“por dicha soy hombre”). Pero también se sufre y es fuente de temores, inseguridades, ansiedades, complejos, dolores, mutilaciones y violencia (“y si no doy la talla” “y si no cumplo con lo que se espera de mí”).

Como estructura ideológica organizadora del patriarcado, en tanto sistema social, hay instituciones que actúan como vehículos de transmisión y fuentes de valores: el Estado, la religión, la patria, la familia, la educación, el arte, la ciencia, los cuales también se encargan de elaborar un complejo sistema de premios y castigos, según se cumpla o incumpla, aquello que obedece a los valores organizadores de esa sociedad.

Desde ahí se emiten valores fundamentales que deben ser seguidos y practicados por hombres y mujeres, se legitiman unas opciones de vida y se condenan otras (…es que ella es “desviada”, se dice de alguna mujer que ha optado por no cumplir el rol de ser esposa y madre abnegada… ¿no será  machorra? se pregunta sobre una mujer que ha decidido no tener hijos).

La masculinidad patriarcal como ideología, es un sistema que une y a la vez aísla a las personas de un grupo social: junta a los individuos en cuanto cumplidores de mandatos y roles y seguidores de un modelo ideal (por ejemplo gremios, clubes, equipos deportivos), pero los aísla en cuanto personas con sentires y emociones, sustraídos de las imágenes y corazas del mundo público, simplemente en cuanto personas. Y así también descalifica. “Playo” es una de las palabras más usadas: “No seás playo”, “dejate de playadas”. Es un sistema que funciona para beneficiar al género masculino en su expresión patriarcal.

Algunos ejemplos de fuentes y mensajes: ¿Y las consecuencias? ¿Y la violencia?

Conocido es que según expresiones religiosas, primero fue creado Adán y después Eva, quien fue  sacada de la costilla de Adán. Fuente de un mandato, primero es el hombre. En todo y para todo y por lo tanto manda y dispone.

Luego, la biblia dice: “Pero quiero que entiendan que … el esposo es cabeza de su esposa … la mujer refleja la gloria del hombre, pues el hombre no fue sacado de la mujer, sino la mujer del hombre. Y el hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre”.

Y lo repiten e inculcan curas y pastores; el Papa, otros líderes y gestores; así como la “femineidad complementaria”.

El hombre es primero, la mujer después, por lo tanto el hombre manda y la mujer obedece. El hombre es la cabeza, la mujer no, por lo tanto el hombre piensa y decide; la mujer calla y sigue.

Y trayendo a cuenta algunas dicotomías: el hombre es del mundo público, la mujer es del mndo privado; el hombre es fuerte, la mujer es débil; el hombre es el protector, la mujer es la protegida.

Para lo anterior, lo que nos muestran, la política, el arte y el deporte, por ejemplo, son acciones afirmativas.

La Música. Para muestra un botón: “Mariposa traicionera”, de Maná.

“Eres como una mariposa…fácil y ligera de quien te provoca…hay mujer cómo haces daño… abres tus alitas, muslos de colores. Donde se posan tus amores.”

El vídeo es lamentable: alcoholismo, provocación, degradación, pornografía, violencia material, psicológica. En ocasiones, hombres y mujeres, cantan, gesticulan, acompañan y parecen disfrutar la canción y su mensaje.

¿Y la violencia inter géneros e intra géneros? Y nos asustamos de lo que sucede, de las estadísticas.

No hace falta traer a colación a Pedro Infante o Jorge Negrete. Para que alguien venga a decir que eso ya es viejo, que ya pasaron de moda. Entonces el asunto “ya pasó”.

Esas son las fuentes, hacia ellas debemos dirigir nuestros esfuerzos, si no, sigamos entreteniéndonos combatiendo y condenando el machismo y el patriarcado estará muy contento porque nos está poniendo a dirigir nuestros esfuerzos en la dirección equivocada, sin que pongamos atención en el meollo del asunto: en las fuentes emisoras que lo sostienen  todo. “Pelearse” con el machismo es pelearse con el cascarón, es como a quien le dan algo para que se entretenga y no moleste.

Hay instituciones y empresas que están contra el machismo, algunas reciben dinero por eso; hay fechas en las que se condena el machismo y como dice una de sus fuentes, si en eso nos quedamos, ahí seguiremos “Por los siglos de los siglos. Amén”.

 

Edgar Chacón morales.

Mayo. De 2023.

 

 

 

 

 

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