Los sistemas biofísicos marinos se encuentran bajo la influencia constante de condiciones ambientales y factores antropogénicos.
Estos factores incluyen la variabilidad climática, procesos físicos que controlan la circulación, propiedades del medio acuático y procesos biológicos relacionados con dinámicas poblacionales, redes tróficas y procesos ecosistémicos.
Los factores antrópicos incluyen la pesca, contaminantes, alteraciones de hábitat, entre otros.
Particularmente, las prácticas de pesca no sostenible pueden disminuir la capacidad de resiliencia de los sistemas biofísicos marinos al afrontar cambios globales como el clima, con consecuencias nefastas en los servicios ecosistémicos que aprovechamos de los océanos.
No toda actividad pesquera produce el mismo efecto sobre los ecosistemas marinos. Las pesquerías industriales y semiindustriales que presentan altos niveles de esfuerzo, gran poder de pesca y que utilizan artes de pesca masivos-activos (ej. redes de cerco y arrastre) tienden a afectar rápidamente las poblaciones de especies marinas y sus hábitats, en contraste con las pesquerías de pequeña escala.
Es por esta razón que las medidas de control para las pesquerías industriales y semiindustriales deben ser muy estrictas y variadas, tal como son aplicadas en países desarrollados.
En países desarrollados existe alta inversión económica para investigación de sistemas pesqueros que asegura la obtención y el análisis de datos de distinta índole mediante monitoreos continuos, prospecciones de investigación pesquera con buques oceanográficos, programas de observadores a bordo de embarcaciones comerciales, utilización de tecnología de punta como ecosondas cuantitativas para la estimación de biomasa, etc.
Desde esta alta capacidad científico-técnica se evalúa y da seguimiento constante a la dinámica compleja de las pesquerías, se implementan estrategias de manejo que integran múltiples herramientas como controles en los niveles de esfuerzo, sistemas de seguimiento satelital, certificación y trazabilidad de la postcaptura, implementación de programas de mejoramiento de poblaciones objetivo, etc.
Todo esto con el fin de mantener el rendimien- to de las poblaciones objetivo de pesca y la rentabilidad de las flotas, o en su defecto, responder adecua- damente a cambios imprevistos (ej. variabilidad climática).
Es claro que manejar pesquerías marino-costeras quizás no es tan simple y económico como manejar sistemas de producción en tierra, dada las relaciones no lineales inherentes en estos sistemas socioecológicos marinos.
Las buenas prácticas en el manejo de pesquerías de arrastre industrial y semiindustrial a escala mundial tienen en cuenta la detección de puntos de referencia que ayudan a mantener los rendimientos de captura a niveles que no pongan en riesgo la capacidad de renovación del recurso.
Otras medidas indispensables están asociadas a la identificación de hábitats no aptos para el arrastre y disminución de la fauna de acompañamiento.
Por ejemplo, en el Mar Mediterráneo, ante la disminución de capturas y señales de sobreexplotación provocada por flotas de arrastre industriales en 1990, los manejadores pesqueros decidieron cerrar la pesquería por un lapso de cuatro años, después de los cuales implementaron estudios de dinámica de flotas pesqueras para identificar zonas de exclusión pesquera, en las que se prohibieron las operaciones de la flota de arrastre.
Esto promovió la recuperación de poblaciones de distintas especies de interés comercial, lo que representó un beneficio para otras flotas de mediana y pequeña escala.
El intento en manejar las pes- querías de Costa Rica muestra un panorama sumamente contrastante con las medidas que se han tomado en países desarrollados, dado a la escasa visión técnico-científica, insuficientes herramientas de manejo y los efectos ecológicos y socioeconómicos de la ausencia de dichas medidas.
Por ejemplo, la disminución de capturas y biodiversidad, disminución en la composición de especies, degradación de fondos marinos y deterioro en la función de estos ecosistemas, así como la disipación de la renta, subsidios mal aplicados que enmascaran la sobreexplotación del recurso y la sobrecapacidad de las flotas.
Extracto de informe técnico disponible en: https://www.researchgate.net/profile/Helven_ Naranjo/contributions