Opinión

Malas decisiones en el Consejo Universitario, una perspectiva estudiantil

Como lo establece el artículo 3 de su Estatuto Orgánico, la Universidad de Costa Rica (UCR) debe "contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común".

Como lo establece el artículo 3 de su Estatuto Orgánico, la Universidad de Costa Rica (UCR) debe “contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común”. Además, para generar estas transformaciones requeridas, se establecen como propósitos: formar profesionales en todos los campos del saber, que integren una cultura humanística con su formación especial o profesional; formar personal idóneo que se dedique a la enseñanza, las humanidades, las ciencias, la tecnología, las artes y las letras, para que participe eficazmente en el desarrollo del sistema de educación costarricense; e impulsar y desarrollar, con pertinencia y alto nivel, la docencia, la investigación y la acción social.

En concordancia con sus propósitos, desde distintas unidades académicas y de investigación, la UCR realiza enormes esfuerzos para formarnos, en grado y posgrado, con el fin de permitirnos enfrentar necesidades globales y de la sociedad costarricense. Recientemente, Costa Rica ha impulsado el desarrollo de la Ingeniería Biomédica y áreas afines, pues la combinación de principios de ingeniería con conocimiento biológico ha contribuido a enfrentar necesidades médicas, tales como el desarrollo de prótesis avanzadas, nuevos fármacos (radiofármacos, antibióticos, quimioterapia, etc.), tejidos artificiales, nuevos algoritmos, dispositivos biomédicos, entre otros.

Son múltiples los ejemplos de estos esfuerzos: la creación de la Maestría en Bioinformática del Posgrado de Ciencias Biomédicas; la creación del Laboratorio de Quimiosensibilidad Tumoral para el estudio del cáncer aplicando principios de Biología de Sistemas (un área que combina biología, matemáticas, ingeniería y computación) del Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET) de la Facultad de Microbiología; incorporación de cursos de Bioinformática en la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática; creación de la carrera de Ortoprótesis y Ortopedia (biomecánica, bioelectricidad, robótica aplicada, etc.) en la Escuela de Tecnologías en Salud; proyectos de investigación interdisciplinarios en áreas de salud, agricultura geofísica e industria del CICANUM; incorporación de cursos de fundamentos de Ingeniería Biomédica y la creación del Laboratorio de Investigación en Ingeniería Biomédica en la Escuela de Ingeniería Eléctrica; adscripción de laboratorios de investigación con capacidades en biofotónica, biocomputación, procesamiento de imágenes médicas y bioprótesis al Programa de Posgrado en Ingeniería Eléctrica (PPIE), e iniciativas estudiantiles como la creación de capítulos académico-profesionales de Ingeniería en Medicina y Biología, entre otras.

Desde hace aproximadamente cinco años, por iniciativa del PPIE, se ha promovido la integración de un grupo de colaboradores de diversas disciplinas para el análisis biocomputacional del cáncer (la segunda causa de muerte a nivel nacional). Su objetivo es de que más estudiantes de grado y posgrado (Maestría y Doctorado), e investigadores colaboradores desarrollen docencia, investigación y acción social transdisciplinar. Así, el PPIE ha venido colaborando con otras unidades y compartiendo equipo; por ejemplo, con estudiantes de la Sede Interuniversitaria de Alajuela, a quienes se les entrenó en el uso de un sistema de captura de movimiento 3D (MoCap) para desarrollar sus trabajos finales de graduación.

La adquisición de tecnología de punta es fundamental para la renovación y actualización del conocimiento. En ese sentido, el año pasado, mediante oficio PPIE-180-2018, solicitaron a la Rectoría, la adquisición de equipo científico-tecnológico altamente especializado para la generación de imágenes 2D y 3D, equipos que fueron incluidos en el presupuesto extraordinario No 1-2019 enviado al Consejo Universitario (CU) el 31 de enero de 2019.

Lamentablemente, algunos miembros del CU siempre encontraron alguna objeción para no aprobar dicha adquisición (audio de la Sesión 6269): en primera instancia, cuestionaron, que si Ingeniería Eléctrica puede o no adquirir equipos de este tipo (solo por parecer equipo de medicina); por otro lado, se cuestionó si un posgrado puede o no hacer dicha solicitud (cuando la gestión realizada es similar a la que siguieron todas las demás unidades). Además, se debatió sobre la ubicación de los equipos, la cual fue aclarada con el oficio PPIE-25-2019. Finalmente, se cuestiona ¿por qué se asigna presupuesto a un Posgrado? Nos queda la duda de si todos los proyectos vinculados al estudio del cáncer reciben el mismo nivel de atención por parte del CU. Por ejemplo, en la misma sesión del CU se menciona que se instó a la Rectoría a canalizar los recursos para completar el proyecto del Ciclotrón/PET-CT. Esta iniciativa financiada por el Banco Mundial por un monto de $10 millones, ¿no incluía  la compra del PET-CT? ¿Qué pasó con el PET-CT del Ciclotrón que, hoy en 2019 y con la situación presupuestaria que enfrentamos, la Universidad debe aportar $2 millones adicionales para adquirirlo cuando en su planteamiento se comunicó a la comunidad universitaria que iba a ser un proyecto sostenible? Lo anterior tan solo por citar un ejemplo.

Ante estos cuestionamientos, nos preguntamos: ¿será que la representante del área de la Salud en el CU dirige su actuar “fiscalizador” en razón de intereses muy específicos? ¿cuál es el rol de las representantes estudiantiles en el CU, Silvana Díaz y Paula Jiménez, sobre este tipo de aspectos? Si hay dudas que impactan el quehacer estudiantil, como en este caso, ¿no debieron contactar a los estudiantes de Ingeniería Eléctrica o del PPIE? En particular, Paula, quien es miembro de la Comisión de  Asuntos Financieros y Presupuestarios del CU, quien primero estuvo de acuerdo con el informe de la Comisión, pero ¿por qué luego cambió de opinión sin expresar las razones para ello? ¿Compañeras se dan cuenta que con la improbación de este equipo se afecta negativamente los intereses de nosotros los estudiantes? ¿Se dan cuenta que hoy en día se requiere formación inter-, multi- y transdisciplinar? ¿Cuál será la verdadera razón de esta improbación por parte de algunos de los miembros del CU? ¿Será que Goethe tenía razón: las personas ven en el mundo lo que ven en su corazón?

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