“La guerra es el padre y el rey de todas las cosas.
A algunas ha convertido en dioses, a otras en hombre; a
Algunas ha esclavizado y a otras ha liberado”. Heráclito en Fragmentos (No 53)
Del fragmento se destaca como hecho fundamental la lucha que se da en el cosmos y en el tejido social (vida humana), que pasa por el desarrollo de la producción y reproducción cultural y que más tardíamente se precisa en la lucha de clases hostiles que reclamaban un sustrato teórico, imaginarios, conceptos y categorías que expresan las relaciones en el mundo y del mundo, fenómenos que en particular se vinculan de manera indisoluble con la vida social. Así que la lucha es constante en diversos escenarios donde uno de los valores que ha atravesado el tiempo y la vida lo constituye en general la justicia (un axioma es que ninguna sociedad renuncia a erigir la justicia, sea esta social, económica, cultural o política entre otras).
Los peones en el ajedrez marchan de frente y generalmente son los que de una u otra forma avanzan en los primeros momentos (apertura) del juego; en la realidad los soldados (bien pueden ser como soldados desconocidos) son los que usualmente se enfrentan cara a cara y pueden usar rifles o bazucas, y están en primera fila. Su marcha en el ajedrez es siempre hacia adelante, no pueden retroceder y se corresponden con el arrojo con que actúan los soldados en la guerra (algunos de ellos no retroceden, no está en su mente, no son preparados para retroceder, salvo en caso excepcionales y en su mente siempre es una constante la obediencia).
Los oficiales de caballería se representan en el juego por los caballos que capturan tomando el escaque ocupado por la pieza adversaria, en la guerra se lucha por instalar las fuerzas en el lugar donde se sitúan las adversarias. Los caballos no solo se utilizan como medio de transporte sino que también se les ha utilizado en la guerra (batallas y combates individuales). En la Edad Media la figura de la caballería fue importante (las cruzadas y la invasión de los europeos en nuestro continente), y ha servido de inspiración de grandes obras como en Las mil y una noches. Justamente, Cervantes elevó el valor irrenunciable de todas las sociedades humanas la justicia en la figura del Quijote de la Mancha (en virtud del despliegue estético, la cultura, la riqueza en el giro lingüístico y la filosofía que encierra la obra, y haber destacado la justicia como el valor más importante de toda sociedad la hace inmortal), que si bien caía una y otra vez siempre se levantaba con la utopía de que vale la pena luchar por la justicia.
De ahí que en el tiempo se ha prolongado el llamado del Sindeu por la organización, la movilización y la lucha constante por los derechos de la comunidad universitaria y de nuestro pueblo, que ahora se hace dramática frente a los embates de la burguesía, o mejor dicho de los neoliberales que sostienen una feroz campaña sistemática por hacer retroceder las conquistas de la clase trabajadora.
Ahora bien, ha sido tan importante la utilización de los caballos que algunos llegaron a ser célebres en los libros, por ejemplo, en la sepultura de don Quijote se lee el epitafio: “Aquí yace el caballero/ bien molido y mal andante/ a quien llevó Rocinante por uno y otro sendero“(véase Don Quijote de la Mancha). Babieca es el caballo de Rodrigo Díaz de Vivar (Cid). Las germánicas Walkirias: guerreras armadas con escudo y lanza recogen a los caídos de los campos de batalla para llevarlos a Walhalla a fin de que reciban su recompensa por su arrojo. Y de la Divina Comedia de Dante Alighieri se extrae el párrafo siguiente: “He visto alguna vez a la caballería levantar el campo, empezar el combate, pasar revista, y a veces en retirada; he visto ¡oh aretinos!, hacer excursiones por vuestra tierra y saquearla; he visto luchar en los torneos y correr en las justas, ya al sonido de las trompetas, ya al de las campanas, al ruido de los tambores, con las señales de los castillos y con todo el aparato nacional y extranjero”. En el ajedrez (sus movimientos en ´L´ a veces abarca ´círculos´) como en la vida los caballos tienen una gran movilidad lo que los hace en ocasiones temibles y esa era justamente una de las razones que llevó a los hombres a usarlos en la guerra (más remotamente y especialmente en la India se utilizaban los elefantes). Hoy se les ha desplazado por la utilización de rifles modernos, tanques de guerra, misiles de cruceros y por supuesto vehículos aéreos de combate no tripulado (drones) que lanzan bombas de una onda expansiva de destrucción masiva y los helicópteros que además cumplen la misión de trasladar soldados y elementos logísticos. También los barcos anfibios son estratégicamente utilizados junto con los portaviones equipados con reactores nucleares, de tal suerte que muy probablemente el material bélico empleado (incluyendo naturalmente las pruebas) incide en los cambios climáticos poniendo en riesgo la vida en el planeta. Además se destruye la vida de seres humanos que desesperadamente buscan salir de los campos de exterminio, pues los misiles con sus ondas expansivas y destructivas no discriminan. Y como la guerra continúa (en la próxima entrega hablaremos de los curiosos alfiles y de las torres).