Opinión

Los museos de Costa Rica, nuestra historia y las otras historias

En general, el concepto de museo ha variado desde que se refería a una persona, familia o cuerpo institucional que coleccionaba objetos de valor

En general, el concepto de museo ha variado desde que se refería a una persona, familia o cuerpo institucional que coleccionaba objetos de valor al libre albedrío de su elección, para su satisfacción personal o gerencial. Es posible que se las mostraran a sus amigos y personas más allegadas como una rutina que demostraba poder de adquisición y cierta filantropía egocéntrica. En muchos casos, eran acopios de obras de arte millonarias y otros productos culturales, que a la luz de la historia de los grupos humanos y civilizaciones tenían una presencia invaluable, o basura con aspiraciones de ciencia y arte en su afán por adquirir y embodegar.

No es el edificio físico. Hoy en día esos objetos son sociedades en sí mismos, se clasifican con otra orientación y alcances de significación para la historia de las naciones, tienen otro carácter y se valoran hacia el conocimiento del pasado, donde quiera que se establezcan, sobre un segmento de historia de la humanidad. Una realidad, no un imaginario de historia. También incursionan en las utopías y construcciones especulativas del futuro. El presente se toma como puente para exposiciones formadoras, no exhibicionistas, muchas veces con la intencionalidad de reflexionar alrededor de temas específicos de la conciencia crítica de los individuos y sociedades.

En la cultura de museos, el aprendizaje y los intercambios de conocimiento se congregan en los buenos museos, es viajar y aprender, es mirar, oír y reflexionar sobre la humanidad, lo que recibió y lo que ella misma ha transformado como agente social, dinámico, en distintos momentos de su evolución biológica, social y cultural en el entorno del planeta. En ese lugar físico y virtual que se llama museo, la persona se autotransporta al interior de sí misma mediante una introspección que lo llama y lo proyecta al futuro. Una cultura de museos es una cultura de convivencia y hermandad universales, porque dentro de su razón de ser está la razón de ser de la vida, la existencia, el destino pasado, el esclarecimiento de la actualidad y la búsqueda de hacia dónde vamos.

La razón misma de ser de un museo es re–crear el espejo de la sociedad y la historia, de las pequeñas sociedades y las pequeñas historias, de lo micro a lo macro, que como el ser humano, siempre tienen la experiencia de un algo que contar y contarse entre sí.

Hoy en día un museo adquiere tal relevancia, que es patrimonio, se caracteriza en sí mismo por ser una institución permanente que adquiere, conserva, investiga, enseña, expone y transmite, sin fines de lucro, el patrimonio natural, material e inmaterial de un grupo humano, nacional y universal, al servicio del conocimiento, recreación y evolución de la sociedad y de su desarrollo armónico, abierto al público, que es toda la Humanidad.

Quienes están a cargo tienen una importante y delicadísima responsabilidad, no mentir. No acomodar falsas verdades sino mostrar las contradicciones inherentes a lo que se da por cierto, incluidos los yerros políticos de quienes han detentado el poder.

A partir del año 2000 d.Cristo el concepto de museo se ha expandido, se trata en lo futuro de sistemas de pensamiento y de historias de historia de las culturas, pues son aulas y laboratorios de un proceso de aprendizaje y enseñanza que involucra a cada generación entrecruzada del presente continuo que somos, la transición del foro inconcluso cuya fuerza nos identifica y mueve a considerar que nuestra casa de origen, nuestro calor de hogar es el planeta Tierra. Lo demás es una expectativa puesta en marcha para que otros sigan el viaje interminable del milagro de la vida.

En Costa Rica, no permitamos que los historiadores que se dicen profesionales, muchos mentirosos y mentirosas profesionales que sesgan la información con fines ideológicos y otros intereses y tirrias personales, se apropien de esos espacios, pues le pertenecen a todas las personas profesionales de todos los campos. Va en interés de nuestra sociedad y de su inteligencia democrática inclusiva.

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