Que muelen lento pero fino, esos, ya se sabe desde hace décadas, si no siglos. Pero aquí quiero abordar tres casos muy recientes, de este mismo y nuevo año 2016 recién estrenado, donde se confirma el dicho… De tanta ignominia, los hechos perpetrados ojalá pronto lleven a justicia, ya tarde para las víctimas, y con castigo, el divino y el humano, para los perpetradores…
Madaya, la de los mártires
Cerca de Líbano, pero en territorio sirio se encuentra esta ciudad-mártir: por oponerse al sátrapa Bashar Assad, desde octubre este le ha tendido un cerco. ¡Parece un retorno a épocas de Numancia o Estalingrado, cercados por hambre! Lo cierto es que unas 40.000 almas habrán estado hasta mediados de este enero literalmente muriéndose, antes de que por presión internacional se levantara ese bloqueo inhumano. En el historial de fechorías de ese dizque presidente se han ido acumulando miles de asesinatos políticos, torturas a granel, uso industrial de armas químicas prohibidas y un gran etcétera. La salida a ese conflicto de más de cuatro años por fuerza debe implicar el éxodo de tan funesto personaje.
Matricida miserable inmisericorde
En Raqa, capital del Estado Islámico, pocos días ha, un yihadista sirio de 20 años ejecutó a su madre porque ella había intentado convencerlo de que abandonara el grupo fundamentalista. El esbirro “cumplió” no solo con denunciar a su progenitora por “apostasía”, sino que acabó su tarea criminal de un balazo y en plena plaza público, frente a un centenar de personas. ¡El acabose de toda civilización, en antípoda completa de tantos ejemplos de conducta heroica y filial, desde la legendaria
Antígona! ¡Desalmado ese joven, lo mismo que el sistema que defiende, donde a los parricidas, antes de ejecutarlos se les suele cortar la mano!“Chapo” en tamaño; enorme en el delito
Un tal Joaquín Guzmán, exeducador para más señas, de los mayores narcotraficantes en el mundo, asesino y extorsionador a gran escala, acaba de ser puesto de nuevo entre rejas, las mismas de antes, después de una tercera evasión, en espera de ser extraditado a los Estados Unidos. Dentro de ese enorme y criminal “currículo”, el apodo suyo se lo mereció no solo por ser bajito, sino que, por lo que se deduce, ha resultado también algo rebajado en inteligencia: la vez anterior, no aguantó encargar unos dulces de su preferencia y en esta, nada menos que había citado a un actor estadounidense con miras a una película au-
tobiográfica… ¡Modesto el chico! Pero grande en salvajismo: en una conversación de estos, entre otras bocas servidas se mencionó “carne asada”, que en lenguaje críptico de esa gentuza refiere a víctimas decimadas en ejecuciones de masa, en ciudades como Juárez y otras.
¡Linda trilogía con la que el año 2016 inicia en cuanto a humanismo de nuestros congéneres! Sigan moliendo los molinos…
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