Opinión

Los geógrafos alemanes y la UCR

Como geógrafo, de las primeras generaciones formadas en la nueva Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica (UCR), he intentado hacer un recuento de nuestra disciplina en sus aportes significativos a la geografía costarricense. Encontré al menos tres grandes obras geográficas, todas de extranjeros. En primer lugar, el Atlas de América Central de la inglesa Carolyn Hall que, aunque escrito para un auditorio anglosajón, podría resultar útil para los geógrafos costarricenses y latinoamericanos de la macrorregión de la América del Centro. Esa obra excluye el Gran Caribe, y se apoyó en la valiosa experiencia del historiador Héctor Pérez e información bibliográfica acumulada, por largos años, en la Escuela de Historia de la UCR. En segundo lugar, el Atlas Geomorfológico de Costa Rica con escala 1:100,000 del geógrafo, de origen francés, Jean Pierre Bergoing y el geógrafo Luis G. Brenes, con apoyo además del geólogo Enrique Malavassi y el geógrafo Rogelio Jiménez. Tomó como base el mapa básico publicado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) a escala 1:50,000. Finalmente, la tercera, pero no menos importante obra, es la propuesta del geógrafo alemán Helmuth Nuhn para la Planificación y el Desarrollo de las regiones de Costa Rica, formulada entre los años 1973 y 1978 como un proyecto de Cooperación internacional a solicitud de la Oficina de Planificación Nacional (Ofiplan) de esa época. En esa obra, de la que poco se habla, quiero extenderme en algunos detalles.

La obra geográfica cumbre de Nuhn fue su modelo de Regionalización para Costa Rica. La finalidad de su Atlas Preliminar, presentado en 1978, fue servir como base para un mejor conocimiento del país, así como dar respuesta (la única hasta el momento) a la recomendación de la primera reunión centroamericana de Geografía y Cartografía, en la República de El Salvador que, en 1968 recomendó “a los gobiernos de América Central, el iniciar cuanto antes los estudios para la adecuación de sus Divisiones Territoriales Administrativas (DTA)”. Nuhn organizó su atlas preliminar a partir de lo que hoy llamaríamos un Sistema de Información Geográfica (SIG), quizás el primero utilizado en Costa Rica. Su mapa de referencia para la base de datos regional se basó en el mapa básico a escala 1:200,000 del IGN, publicado en 1972, y del mapa físico político a escala 1:500,000. A partir de esos mapas básicos, construyó una red de cuadrículas de 5 km de lado, para todo el país, con referencia u origen en el meridiano 84° de longitud oeste y el paralelo 10° de latitud norte que, en la proyección y escala escogidas aparecen como líneas rectas. Los mapas temáticos estructurales obtenidos (físico-geográficos y socioeconómicos), junto a la cartografía de centros funcionales, comerciales y de servicios, con sus áreas de influencia, formaron parte de un estudio excepcional, elaborado en el Departamento de Geografía Económica de la Universidad de Hamburgo, en Alemania, a partir del cual se formuló la actual regionalización costarricense, cuya implementación no fue avalada ni respetada por muchos. Junto a Nuhn, se destacó otro geógrafo alemán, Gerhard Sandner, más enfocado en la Geopolítica (en el buen sentido del concepto) del Gran Caribe. También algunos costarricenses hicieron estudios regionales del Norte y Caribe para el Instituto de Tierras y Colonización (ITCO).

Nuhn formuló una propuesta de regiones grandes y viables en lo político y en lo económico. Se trata de 6 regiones “para la planificación y administración del desarrollo”. Sin embargo, en lugar de avanzar hacia una moderna y ágil División Territorial Administrativa (DTA), que simplifique la descentralización y los procesos burocráticos del Estado, algunos siguen optando por aplicar y recomendar una normativa de menor rango legal para la regionalización oficial. Hoy, casi 50 años después, se discute la implementación del Desarrollo Regional en la Asamblea Legislativa: el proyecto N°22363 de la diputada Yorleny León que pretende derogar la única región creada por ley (la región de Heredia) que, ofrecería una buena aproximación a la propuesta de Nuhn y una salida legal y rápida a provincias bien configuradas territorialmente, como Limón, Cartago, Heredia y Guanacaste, para fortalecer su planificación y administración pública. Otras, como Alajuela (simplemente dividir la Alajuela fronteriza de la metropolitana), San José y, especialmente, Puntarenas, si debieran esperar un estudio y consulta de Mideplan, a la comisión de DTA, y al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), para constituirse en regiones o provincias, con los mismos órganos y autoridades (Aredes y Mesas de Acuerdos) que propone el proyecto actual.

Setiembre de 2021

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