Lo que tenía indicios para ser un reportaje crítico y revelador sobre la situación salarial y sus complejos sistemas que derivan en desigualdades importantes dentro de instancias universitarias se conviritió en una deficiente y mal intencionada obra periodística por parte del medio CRHoy.com al imaginar irregularidades presupuestarias en el Semanario UNIVERSIDAD relacionadas con el Gobierno anterior.
¡Qué lástima!, porque quienes hemos colaborado en algún momento dentro unidades públicas, en mi caso en el mismo Semanario UNIVERSIDAD por más de cuatro años, vemos una oportunidad perdida de periodismo de denuncia en cuanto a las condiciones de políticas salariales que siempre hemos considerado injustas y poco competitivas dentro de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El Sema fue mi escuela y hogar, me tocó aprender y trabajar de la mano de sus directores Laura Martínez, Mauricio Herrera y Ernesto Rivera, y la gran mayoría de excelentes periodistas que ahí laboran. En ese lugar, siendo estudiante, logré tener oportunidades que muchos periodistas con trayectoria todavía esperan.
Fui testigo de cómo las estructuras de Recursos Humanos, tan cerradas, han sido un obstáculo para los mismos dirigentes del medio para encontrar y mantener al buen talento, para premiar con estabilidad laboral a jóvenes periodistas que a punta de “horas asistente” o convenios con fundaciones hacen trabajos admirables y a la vez responsables, con mucha más calidad de lo que los medios comerciales nos recetan día a día.
Siempre estaré agradecido con estos jefes, que en su momento hicieron malabares con el sistema que tenían para poder darme un ingreso de casi ₡200 mil mensuales, aunque llegara a trabajar tiempo completo. Al día de hoy, conozco destacados profesionales que dejan sus trabajos en medios comerciales por irse a laborar la misma jornada en el Semanario por la mitad de ingresos que percibían en sus antiguos trabajos, pero afortunadamente con mayor calidad y libertad editorial.
Muchas veces la gente crece pero le es imposible crecer junto al Sema, y no porque sus jefes no quieran, no porque sean menos capaces: es simplemente que el sistema no premia a los mejores, sino a quienes logran una plaza y aguantan mucho tiempo, eso no quiere decir para nada que todos los que quedan son los malos, pero si quisieran hacer mal trabajo las probabilidades de ser sancionados o sustituidos por gente mejor son casi imposibles.
Hubiera sido interesante (por no decir necesario) que un medio, sea cual sea, indague el origen de despilfarros de recursos públicos que desencadenan en desigualdades salariales y mantienen políticas que ahuyentan el talento y premian el estancamiento en el sector público. Quizás CRHoy no estaba en condiciones de indagar sobre las verdaderas causas y relaciones.
La discusión es tan compleja que sale del Sema a instituciones como el CIEP, Lanamme y otras unidades académicas. La misma situación proviene de un particular sistema de empleo público a nivel nacional, donde probablemente muchas instituciones con potencial de innovación, competitividad y aporte social como el ICE, INA, MEP, etc. tienen los mismos obstáculos.
Después de la desafortunada información al que se expuso a la opinión pública, esperaría que algún medio de forma seria y responsable pueda abordar este tema con el enfoque y procedimiento correcto, datos relevantes y, a su vez, bien interpretados; solo así podremos tomar en serio una denuncia de claro interés público que sí nos aporte para entender y trabajar en la raíz de los problemas.
