Opinión

Las nefastas políticas del presidente Chaves

Recientemente, hemos sido testigos de los primeros casi cinco meses del actual gobierno del señor Chaves. Sus yerros han sido muchos. Empieza su función aplicando decretos sin ningún criterio técnico ni justificación alguna. Según parece nombró en rango de ministros a gente incapaz y sin los conocimientos suficientes para tomar decisiones. Lo digo porque él siempre los vive callando e interrumpiéndolos cuando estos dan declaraciones. Arremetió contra los Medios de Comunicación Social, a los cuáles él detesta, critica y supuestamente califica de “fauna”, “ratas” y más. Pero, bueno, de un empleado del Banco Mundial no es mucho lo que se le puede pedir. Recordemos que el señor Chaves llegó al gobierno por rebote.

Pero, bueno, no es a esto a lo que iba. Lo que quiero es dar mi opinión sobre su lastimosa labor durante estos primeros meses. De un gobierno que arranca con poses dictatoriales, sacadas de clavo y venganzas ocultas, no se puede esperar mucho.

¿Por qué creo que el señor Chaves empezó tirando manazos al aire? Por razones muy sencillas y simples. Primero, ni él se lo creía que iba a ser presidente de este país. Hasta tuvo el apoyo de una periodista que en tiempos inmemoriales dijo que para ella la política no le importaba. Después, se retractó y se lanzó a la arena. ¿Qué grandes intereses la moverían?

Lo que hoy llamamos políticos son aprendices y ladrones, que ven en la política un modus vivendi para ellos, su familia y sus amigos empresarios.

El actual presidente gobierna Costa Rica como si administrara una finca o una empresa de su propiedad. Sin criterio técnico y sin argumento alguno dejó a la libre el uso de la mascarilla y la vacunación contra la Covid-19. Uno se pregunta: ¿Qué hubiera pasado en Costa Rica si cuando empezó la pandemia el actual presidente y la señora ministra de Salud hubieran estado al frente para combatirla? No hay duda, hoy estuviéramos lamentándonos de miles y miles de personas fallecidas.

Amenaza a las Universidades Públicas con reducirles el FEES, pero como carecía de argumentos válidos para aplicar tal rebaja, luego se desdice. Eso sí, disminuye el presupuesto a un sinnúmero de instituciones que son fundamentales para mejorar las condiciones de vida de miles de costarricenses. Da luz verde y promueve una sospechosa importación de arroz que muchos consideran es para pagar favores políticos. Aumenta descaradamente en un cien por ciento el salario a sus ministros y viceministros incumpliendo sus promesas de campaña. Pero se opone a un pequeño y merecido aumento a los empleados de la CCSS, amenazando, sin ningún derecho, con destituir a su Junta Directiva.

Pero la “cereza en el pastel” de esta nefasta administración es la pretendida subasta al mejor postor del Banco de Costa Rica y del 49% de las acciones del Instituto Nacional de Seguros. Dos Instituciones Públicas emblemáticas, de gran arraigo popular y que generan grandes aportes a otras instituciones de bienestar social. No hay duda de que la venta y privatización de estas instituciones se debe, a lo mejor, al pago de favores políticos de la pasada campaña electoral. Recordemos que el Tribunal Supremo de Elecciones elevó al Ministerio Público una denuncia contra el partido del actual Gobierno por manejar, supuestamente, estructuras paralelas de financiamiento. En donde se recibieron cientos de millones de colones de empresas, personas físicas y personas jurídicas y no fueron reportadas al TSE.

Costa Rica no es una empresa privada ni una finca propiedad de un gobernante. Es un país que le pertenece a todo el pueblo. Esperemos que los partidos de oposición en la Asamblea Legislativa, con compromiso patrio y racionalidad humanista, se opongan a la venta descarada de los activos de todos los costarricenses.

Señor presidente chaves: recuerde las sabias palabras de Abraham Lincoln “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

 

 

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