Opinión

Las gracias pendientes a Costa Rica

Desde que se formó Centroamérica, geográficamente hablando, nacimos indivisibles.

Desde que se formó Centroamérica, geográficamente hablando, nacimos indivisibles. Desde ese momento nuestro lazo y destino iniciaría para siempre.

Compartimos casi todas las mismas especies de flora y fauna, muy parecidos los microclimas y nos bañan dos océanos por igual.

El 15 de septiembre de 1821 celebramos juntos el grito de independencia e inicia nuestro recorrido como naciones independientes. Se consolida la cercanía comercial y social entre Nicaragua y Costa Rica.

En 1856 las tropas costarricenses, al mando de Juan Rafael Mora Porras, participan en La Campaña Nacional de 1856 y 1857, donde sin lugar a dudas nuestros hermanos juegan un papel decisivo en las derrotas a William Walker en las Batallas de Santa Rosa, Batalla de Rivas, y cortan todos los suministros de armas y soldados que subían por el Río San Juan, en lo que se conoce como la Campaña del Tránsito.

Los costarricenses no tenían necesidad de involucrarse en una guerra que no era en su país y que fue provocada enteramente por los Conservadores y Liberales nicaragüenses, por sus constantes luchas internas.

Costa Rica se involucra porque ve la gran amenaza de ser invadida y de que si los filibusteros conquistan Centroamérica se establecería la esclavitud y se perdería la independencia y la libertad de las jóvenes naciones.

A finales de los 70, durante la guerra contra Somoza, Costa Rica abre sus puertas de par en par para recibir a decenas de miles de nicaragüenses que huyen de los horrores de la guerra.

Los costarricenses apoyan masivamente con alimentos, víveres, ropa y con muchísimo dinero desde la gente más humilde hasta los más adinerados. Apoyan los cambios que se quieren dar en Nicaragua en busca de la democracia, la justicia y la libertad.

El mismo Gobierno apoyó de manera muy decidida, permitiendo que las fronteras se utilizaran para pasar armas y crear zonas seguras para cuidar a los combatientes, entrenarlos y enviarlos a luchar. De igual manera muchos costarricenses dieron su vida por la libertad de nuestro país.

Hoy de nuevo nuestros hermanos denuncian las barbaries que se están cometiendo en contra del pueblo de Nicaragua, con una gran valentía e hidalguía. Sus representantes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y el mismo presidente Carlos Alvarado expresan su posición de manera clara a favor de detener la represión y el genocidio que está sucediendo.

En vez de cerrarnos las puertas en estos momentos tan difíciles, los costarricenses nuevamente nos las abren para recibirnos con cariño y solidaridad, ya están preparando sus planes de apoyo a la crisis humanitaria en nuestro país. Pero además acaban de dar una extensión de hasta seis meses el tiempo que te podés quedar en Costa Rica, con tu visa de turista.

Yo creo que hay que quitarnos cualquier complejo o chovinismo que podamos tener y reconocer con total humildad lo malagradecidos que hemos sido con nuestros hermanos de Costa Rica. Siempre han estado ahí para ayudarnos, y por supuesto también para defendernos a como lo han hecho en tantas ocasiones.

Gracias Costa Rica, estas eran unas gracias pendientes que quería dárselas desde hace mucho tiempo.

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