Opinión

Las cosas en perspectiva: el caso de los Posgrados en Odontología

Después de la tormenta desencadenada por una serie de notas periodísticas sacadas de contexto, donde se mezclaron asuntos de muy diversa índole, lo que causó

Después de la tormenta desencadenada por una serie de notas periodísticas sacadas de contexto, donde se mezclaron asuntos de muy diversa índole, lo que causó gran confusión, y a lo cual se sumaron además algunas instancias y personas a lo interno, proporcionando información distorsionada a la prensa durante varios meses; es importante aclarar finalmente lo ocurrido.

Efectivamente, hubo algunas irregularidades y así lo constató una auditoría de la Contraloría Universitaria, que inmediatamente se trataron de corregir, pero el problema evidenciado recientemente, sobre ciertos cobros relacionados con dos proyectos de Extensión Docente del Posgrado en Odontología, tiene un trasfondo importante que no podemos obviar, y es el hecho de que la educación de posgrado, y no solo en la Universidad de Costa Rica, sino en la mayoría de las Universidades públicas de América Latina, lamentablemente, se ha privatizado.

Mucha gente critica que los posgrados hayan desarrollado estrategias (unas pocas donde no hay normativa clara), para obtener recursos y ofrecer una formación de calidad, en el contexto de una realidad en donde las universidades no apoyan con recursos suficientes, la formación de posgrado.

Pero es importante rescatar que, estos proyectos, presentaban un impacto social invaluable, derivado de la atención de pacientes, algunos de escasos recursos y que mediante esta práctica, los estudiantes, todos ellos profesionales ya formados, no solo adquirían competencias y habilidades que no habían obtenido en sus carreras de grado, sino que eran expuestos también a actividades académicas, tanto dentro como fuera del país.

Para nadie es un secreto que la formación en salud es extremadamente cara, y este posgrado refleja el modelo que se practica exitosamente en la Facultad de Odontología y por eso, aunque muchos programas de posgrado tienen también proyectos de Extensión Docente, el caso mencionado presenta algunas particularidades.

Parece claro ahora que se favoreció una combinación entre la formación curricular y la extracurricular, una consecuencia natural de la flexibilidad que existe en la formación de posgrado, algo que nunca podría darse espontáneamente en las carreras de grado.

En nuestra Universidad se desarrollan constantemente actividades extracurriculares (cursos, talleres, conferencias, congresos, etc.), que, por su carácter novedoso e interesante, resultan atractivas no solo para personas de fuera de la Universidad, sino también para nuestros propios estudiantes de posgrado.

La línea que nunca debe cruzarse, sin embargo, es la que lleva a que la formación extracurricular tenga carácter de obligatoriedad y mucho menos, cuando esta es cobrada.

Además, a diferencia de otros posgrados como el de Especialidades médicas, en donde el modelo de financiamiento complementario aporta una parte de los recursos para la formación, con más de 800 estudiantes matriculados al año, los posgrados de Odontología apenas si aceptan 3 o 4 estudiantes por promoción. En el modelo médico, la CCSS es la que sustenta gran parte de los gastos de la formación de los especialistas, porque casi todo se realiza en los hospitales, mientras que en el caso del modelo odontológico, la formación ocurre en las Clínicas de la Facultad de Odontología, o sea, en instalaciones de la misma Universidad.

Un estudio financiero reciente realizado por el Decanato de esta Facultad muestra que gran cantidad de los recursos utilizados por los posgrados proviene de esta Unidad académica y el SEP aporta, en la medida de sus posibilidades, una parte también. Los tratamientos de los pacientes son parcialmente subvencionados, por lo que tampoco ahí radica la solución financiera de los posgrados.

Entonces, si el modelo de financiamiento complementario no aplica y los recursos del SEP y la Facultad de Odontología, son insuficientes, ¿qué alternativa nos queda para mantener activos estos posgrados y no sacrificar la calidad de la formación? Solo nos queda una variable en esa ecuación.

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