En 1963, la Universidad de Costa Rica tuvo la oportunidad de adquirir la hoy llamada Finca 3 o Instalaciones Deportivas, un terreno de 23ha en el distrito de Mercedes de Montes de Oca, y lo destinaron desde entonces al deporte y la educación física. El terreno se caracteriza hasta la fecha por grandes áreas verdes y extensa arborización, constituyendo de esta manera un pulmón verde en una parte densamente urbanizada del cantón de Montes de Oca.
Durante décadas, además de albergar piscinas, canchas de todo tipo, el estadio ecológico, gimnasios y aulas para uso universitario, este terreno ha sido aprovechado y disfrutado diariamente por cientos de personas, conectadas con la Universidad o no, para su salud física o recreación, incluyendo los domingos, feriados y vacaciones, en un ambiente de cercanía con la naturaleza y tranquilidad.
Este destino de salud y deporte ahora está siendo amenazado con la posible ubicación de la nueva Facultad de Odontología en la parte norte del terreno, que colinda con el área de protección de la quebrada Sabanilla, así como la Oficina de Bienestar y Salud, propuesta que conllevará cientos de carros en sus calles de acceso y parqueos, lo cual genera en los usuarios y las comunidades vecinas serios cuestionamientos por la pérdida y afectación de los múltiples beneficios ambientales de este terreno, así como de su función para la salud pública .
No se cuestiona la necesidad de un nuevo edificio para la Facultad de Odontología, siendo esta una de las más antiguas instalaciones de la Universidad, pero sí se cuestiona la idoneidad de esta ubicación por la larga distancia a los servicios indispensables y vitales para los estudiantes, como bibliotecas y ofertas de alimentación, también por lo remoto de la vida urbana y universitaria, de las líneas del servicio de buses en San Pedro y del acceso para los cientos de pacientes de la misma Clínica de Odontología; se cuestiona además la eliminación de más de 50 árboles y la sustancial reducción del sendero de los corredores y caminantes. La reubicación de la Oficina de Bienestar y Salud también parece tener sentido únicamente para un futuro plan de construir aun más edificios en esta finca, eliminando así solapadamente este oasis tan necesario en la ciudad. La comunidad afectada está en alerta, también debido a la falta absoluta de transparencia por parte de la Universidad de Costa Rica y la ausencia de una justificación de este planteamiento como única y mejor opción .
La propuesta de la reconstrucción y ampliación de la Facultad de Derecho demuestra que lo mismo hubiera sido factible para la de Odontología, trasladando la facultad temporalmente y dejando la clínica en función, mientras que se levante en su lugar un edificio de hasta siete pisos, tal y como lo permite el Plan Regulador de Montes de Oca para la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio. Se trata de densificar y construir verticalmente en la zona con infraestructura y conectividad urbana ya existente, en lugar de buscar la expansión hacia la periferia, que eliminaría uno de los pocos pulmones verdes en la ciudad, de vital importancia ante los efectos del cambio climático y calentamiento global, y aumentaría la gravísima congestión vial en la carretera a Sabanilla que afecta toda la población del sector noreste del cantón.
Considerar las múltiples implicaciones negativas asociadas a un cambio de destino de las Instalaciones Deportivas debería ser acción imperativa de la Universidad de Costa Rica como institución emblemática del país y del cantón, por lo cual la comunidad afectada apela a su compromiso de ser un referente de transparencia, respeto, compromiso social y ambiental y una visión responsable al futuro, y propone la realización de una mesa de diálogo con la participación de la Universidad, la comunidad y la Municipalidad a la mayor brevedad.
