Opinión

La transformación de El Semanario en La Nación S.A.

En el año 2000, durante el “combo”, Radio U ganó premios y respeto por su cobertura periodística.

En el año 2000, durante el “combo”,  Radio U ganó premios y respeto por su cobertura periodística. En 2008 Lorna Chacón y Vinicio Chacón fueron premiados por la valentía de publicar el “Memorando del Miedo”.

Pero la cobertura del conflicto huelguístico del año 2018 ha sido vergonzosa y tendenciosa. Si los medios de comunicación de la UCR fueran empresas de comunicación, no me importaría, pero son los medios de comunicación de la Universidad, tan míos como del Rector.

En un proceso paralelo, el rectorado de la UCR abandonó a los profesores y trabajadores que luchan contra el plan fiscal y los medios de comunicación universitarios se han vuelto copias del periodismo corporativo, “hermanos menores” de La Nación S.A.

El Semanario UNIVERSIDAD sobrerrepresenta la voz del Gobierno y del Ministro de Educación (como si lo necesitaran) y subrepresenta a las dirigentes sindicales, que se les entrevista poco y mal. Los sindicalistas y luchadores de base y de las provincias, que debería ser especialmente visibilizados por los medios de comunicación universitarios, no aparecen nunca.

La represión en las provincias costeras de docentes y estudiantes universitarios no le mereció al Semanario UNIVERSIDAD ninguna cobertura a profundidad, tampoco el incumplimiento de la promesa de una comisión que investigaría la violación de la autonomía universitaria, el extendido liderazgo femenino de la huelga tampoco les pareció noticioso, las miles de actividades de formación y acción de los huelguistas son también invisibles al Semanario UNIVERSIDAD y sus periodistas.

Lo que sí es muy visible es el encono y la animadversión de Álvaro Murillo, Rita Valverde y Monserrat Cordero hacia la huelga. Estos periodistas nos regalan frases como: “La huelga cumplió un mes viva, desgastada y sin frutos”, como si no fuera de admirar una huelga de 70 días en un país con poca cultura sindical y bajísima asociatividad,  o “recuperar y compensar los daños provocados por la huelga”, como si el ejercicio de un derecho constitucional y tutelado por el sistema internacional de derechos humanos tuviera que ser “pagado” a aquellos que se incomodan por el ejercicio de ese derecho.

Otro titular dice: “Pese a declaratoria de ilegalidad de huelga, ausentismo impera en el MEP”. La huelga nunca fue declarada ilegal, fue declarada ilegal en primera instancia y mientras no se declare la ilegalidad en firme, todas las huelgas son legales. No hay “ausentismo”, los profesores no andaban en un pícnic, estaban en huelga, su centro de trabajo es la sede del sindicato, allí se reportan.

El Semanario cubrió obsesivamente cada declaración de ilegalidad en primera instancia, pero apenas cubrieron los resultados de la segunda instancia donde fueron declaradas legales varias de las huelgas, la de Recope como la más sonada. Imposible esperar una entrevista a profundidad del equipo de abogados laboralistas que estuvieron detrás de la derrota judicial del Gobierno en los tribunales. Eso no parece tener interés noticioso.

El argumento que es un “periodismo independiente” no se sostiene. Se es independiente y crítico contra los poderes constituidos contra el Gobierno, el Estado, la Iglesia y los empresarios. El periodismo universitario se ha puesto del lado del Gobierno y del bloque en el poder y no hay crítica si el ejercicio periodístico se realiza contra los sin voz y los desposeídos.

Como universitario y como usuario de los medios de comunicación universitarios me parece que se impone un debate universitario sobre la calidad de nuestros medios de comunicación y sobre la forma de designar a los directores de los medios de comunicación universitarios, que en mi opinión deberían ser asignados por concurso público de requisitos y no por asignación directa del rector. Así podríamos discutir públicamente qué tipo de directores queremos para nuestros medios de comunicación.

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