Opinión Comentario crítico

La señora de Purral vs. Chaveslandia

La señora de Purral es ejemplar: Sale todos los días a trabajar para ayudarse económicamente, con tal de que no le falte nunca en su casa el pan de cada día.

La señora de Purral es luchadora: Ella, a pesar de la crisis, “le pone bonito”; día a día se las ingenia para sacar adelante a su familia. No importan las peripecias, lleva siempre sustento a su casa.

La señora de Purral es una guerrera: Sabe que nada en la vida es fácil, inclusive ha tenido que pelear constantemente cuando se enferma o se encuentra mal de salud; además, sabe también que la plata no cae del cielo, y que a su alrededor puede haber tanto ángeles como demonios. Es más, si tiene que dar la vida por alguien, lo hace… ¡Todo un ejemplo! ¡Toda una dama!

La señora de Purral siempre dice la verdad: No alardea, no improvisa, no dice las cosas a medias, no hace actos irrisorios diciendo “¿Saben qué?”. Inclusive, sabe confiar ciegamente en sí misma, la verdad es su mantra, y más bien detesta cuando terceros vociferan la mentira, la falacia, el yerro, la vanagloria.

La señora de Purral no se jacta: Su casita es humilde, sin lujos, sin materias primas sofisticadas, sin gastos superfluos, sin cosas onerosas. Antes de gastar su salario en eso, prefiere la frugalidad, o sea, mejor ahorra su plata en cositas que sí valgan la pena. No es un club de beneficencia, pero le gusta ayudar al más necesitado.

Ahora bien, con base en ese recuento sobre el diario vivir de lo que es en teoría la famosa “Señora de Purral”, preguntémonos: ¿ella vive en Costa Rica o en Chaveslandia? Según mi criterio, ¡No! ¡Claro que no! ¡La señora de Purral vive en Costa Rica, pero no, nunca, jamás, ni por los siglos de los siglos, vivirá en Chaveslandia!

Pero ¿por qué no puede vivir en Chaveslandia? Porque, en primera instancia, ese país no existe; y en segunda instancia, porque ella sí da el ejemplo del tico promedio que es “labriego sencillo”, cosa que, Rodrigo Chaves, creador del inexistente país “Chaveslandia”, no es, porque toda su vida pasó fuera del país, y llegó a Costa Rica como un completo desconocido, y porque este para alardear de su figura utiliza la frase “Señora de Purral” para mofarse del tico de forma burlesca y desatinada. El populismo Chavista es una burla para la idiosincrasia tica, esas señales Chavistas son un peligro para la democracia y la posteridad.

Ya hemos visto que al presidente Rodrigo Chaves le encanta echarse flores y hacer alardeos constantes de que su gobierno está “trabajando”, “decidiendo” y “mejorando” a Costa Rica. ¡Claro, esa es la treta ilusoria que se ha tenido desde que tomó las riendas de esta pequeña tierra centroamericana! Vimos cómo el primer día de su gestión firmó decretos a la postre del orden constitucional para eliminar la vacunación contra el COVID-19 y para eliminar el uso obligatorio de mascarillas; ¿con qué criterio técnico o científico? ¡Con ninguno! Todo lo hizo con tal de que el pueblo se emocionara, ¡ahí vimos un prolegómeno de su populismo! Y ahora resulta que para mencionar al pueblo utiliza con sarcasmo la imagen translúcida de “la Señora de Purral”, a la que le dimos vida anteriormente.

Pues, no es de extrañarse, el Sr. Chaves ha utilizado descaradamente a los vecinos de Purral con el fin de loar su figura; es todo un amateur, un narcisista. Y ahora viene y se inventa ese país, Chaveslandia. ¡No sé si enojarme, reírme o llorar!

¡Qué pena me da, pero no, definitivamente, la señora de Purral, la verdadera, sí vive en Costa Rica, no en Chaveslandia! Ese pseudopaís solo existe en la cabecita del Sr. Chaves, y gracias al de arriba, no vivo en ese lugar. Chaves, el presidente más dicharachero, populista, demagogo y sarcástico de la historia de Costa Rica.

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