Opinión

La nueva era del espacio arquitectónico pos-COVID-19

Vivimos tiempos complejos. Una pandemia atraviesa el planeta, una vida acelerada como hábito diario nos llevó a darnos cuenta de que no compartíamos, no convivíamos con nuestros seres queridos, y el tema de la cuarentena agravó este distanciamiento social y de paso descubrimos que nuestros hogares no son zonas acogedoras. La convivencia se volvió pesada, más difícil, llegando a la conclusión de que lo más importante es cómo nos sentimos en nuestro ambiente, ese lugar único donde puedes estar, nuestra casa una estructura de cuatro paredes que llamamos hogar.

Como arquitecta entendí la importancia de reinventar los espacios, dado que las áreas arquitectónicas actuales no son las adecuadas para un gran número de personas. Al considerar este momento de incertidumbre, tomar decisiones y realizar acciones llevadas a cabo por este agente que ha afectado a todo el planeta, COVID-19, debemos considerar la convivencia en nuestras casas, donde nuestro refugio debe ser un lugar de paz y armonía, donde se pueda llegar a descansar después de un día de arduo trabajo o bien donde el teletrabajo o su estancia sea acogedor.

Es ahí donde nos damos cuenta de la carencia que vivimos respecto al desarrollo espacial en los hogares de nuestros clientes, ya que se diseñó para un estilo de vida acelerado, donde los sitios eran diseñados para descansar por las noches, no habíamos imaginado que ahora debemos replantear nuestro estilo de vida, nuestra rutina. El hogar es el espacio donde pasamos la mayor parte del tiempo, y no estábamos preparados para un confinamiento o una cuarentena como la que estamos experimentando. Muchos vivimos en ambientes muy pequeños, donde no contamos con zonas verdes, lugares para meditación o simplemente tomar un poco de aire, ya que estábamos creando estructuras con necesidades básicas como lo son dormir, comer, bañarnos y un techo para el frío, dejando de lado lo que es esencial, como nuestra salud mental, un lugar para respirar y detenernos a meditar, donde podamos dejar la rutina un poco de lado.

La arquitectura deberá de poner un alto en lo habitual e iniciar un nuevo diseño más agradable, sensorial, armonioso y más verde que nos genere paz, teniendo más empatía con nuestras necesidades esenciales. Ya las torres de apartamentos con muchas amenidades no serán la atracción. Después de la pandemia deberemos diseñar sitios donde los clientes se sienta libres en sus propias casas o apartamentos, donde cada sector se adapten a los sentimientos de cada persona, donde se vea plasmada su esencia, donde lo que predomine sea lo verde, lo natural, con patios verdes donde podamos apreciar plantas y animales pequeños como aves e insectos, lugares donde la iluminación y ventilación sean esenciales, pero en forma natural, un lugar donde el estrés por el confinamiento no sea tan elevado y se pueda tomar un respiro desde su casa, donde todo sea un conjunto de sentimientos de bienestar de cada persona que lo habita, donde cada espacio sea único.

La arquitectura deberá reinventarse, volver a lo esencial y no a lo material. Sabemos que tenemos que vivir con este virus, pero la vida ha cambiado y debemos aprender a vivirla de la mejor manera, no solo los espacios habitacionales, sino todo en general, desde los edificios de trabajos, oficinas, parques y aéreas en común; las ciudades deberán ser armoniosas, dándole más valor a las zonas verdes, rompiendo con los esquemas espaciales al seguir vendiendo y creando construcciones sólidas, sin apertura a lo natural, a lo esencial, al origen de una arquitectura saludable.

 

 

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