Opinión

La movilidad urbana en Montes de Oca

El artículo publicado por el Semanario sobre el proyecto de mejoras de las aceras en Montes de Oca, con un costo de ₵167 millones

El artículo publicado por el Semanario sobre el proyecto de mejoras de las aceras en Montes de Oca, con un costo de ₵167 millones, deja varias inquietudes para los peatones y usuarios del transporte público en lo que respecta a la realización del proyecto. Quizás hubiera sido más honesto, titularlo “se hace camino al andar”; es decir, aprendiendo en el camino de los errores cometidos.

Inquieta, en primer lugar, que los mismos funcionarios de la Municipalidad, así como los de la empresa constructora, admiten los atrasos y problemas en el trayecto de San Pedro, y los aducen a la lluvia. Esto deja la gran duda de por qué se hizo este proyecto en la época lluviosa, con afectaciones del concreto colado que puede perder resistencia y, por ende, presentar problemas antes del tiempo.

En segundo lugar, se culpa a la empresa de haber demolido la totalidad del trayecto de casi un kilómetro de largo, y de exponer por meses a los transeúntes a un alto riesgo e incomodidad en la vía más transitada de San Pedro. Parece que o no se había fijado bien en el contrato el proceder más adecuado, o no hubo supervisión alguna del proceso de construcción.

En tercer lugar, consta que con todo el trabajo realizado en la parte ya terminada, la nueva acera tiene ahora el mismo ancho como antes. Es cierto que hay lugares como al costado de la iglesia, donde es prácticamente imposible ampliar la acera sin invadir la carretera; sin embargo, en el trecho del parque hasta la rotonda de la Hispanidad, resalta que casi ninguno de los negocios cumple con el retiro necesario para cumplir con el ancho reglamentado para carreteras nacionales, que es de 2,40 metros. En esta nueva acera también quedaron postes de luz e hidrantes, que ahora deberán ser reubicados, lo cual implica la inevitable destrucción de lo apenas construido.

En nota aparte, el director de planificación urbana de la Municipalidad, indicó que el proyecto incluye  también la construcción de pasos peatonales a nivel de acera, y habla de que faltan las aceras en la Hispanidad, sin presentar el plan de trabajo correspondiente para seguir la nueva acera hasta el Mall San Pedro, incluyendo pasos peatonales que permiten cruzar seguramente la rotonda. Lo anterior deja el mal sabor de que no existe, y todo el proyecto de proporcionar a los peatones las condiciones adecuadas para su seguridad y comodidad, una vez más, queda a medias, y como ocurrió con la ciclo vía.

La administración municipal reconoce las aceras, pasos peatonales y micro-parques con árboles como factores de la movilidad urbana; sin embargo, ignora la importancia de  paradas de buses seguras, atractivas y eficientes para el desarrollo de un sistema atractivo y eficiente de transporte público, que ojalá se logre instalar un día no muy lejano. Es evidente que las paradas actuales no tienen las medidas ni comodidades para hacer agradable la espera del bus. Es decir, no cuentan con techos de suficiente tamaño para protegerse del sol y la lluvia, con por lo menos algunas bancas para sentarse, principalmente para personas de mayor edad, y tampoco ofrece información sobre la operación de la línea respectiva.  La parada frente a la iglesia de San Pedro, por ejemplo, fue elevada para impedir su uso como parada de taxis, pero no alcanzó el dinero para un techo, mientras que otras paradas en la carretera nacional o tienen techos de tamaño casi ridículo o no tienen.

Si realmente la Municipalidad pretende promover el transporte público como solución al escenario crítico en las calles urbanas, debería intervenir ante las instancias competentes también en aspectos como la reconstrucción de las paradas por el parque Kennedy o el Mall de San Pedro, que se han convertido casi en terminales, por los buses esperan allí hasta que se llenen. Eso ha ocasionado no solo presas, sino la burla de los principios esenciales del transporte público como medio rápido y atractivo, diseñado no para satisfacer el lucro de las empresas sino las necesidades de los usuarios, y para constituir una verdadera alternativa al automóvil privado o renumerado.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido