Los grandes males de la sociedad humana de ayer están presentes hoy y se manifiestan con gran vigorosidad. Opacan los rayos del sol y la oscuridad se adueña del ambiente.
Pareciera que los seres humanos caminan ciegos, sordos, mudos; como tontos. Van de un lado para otro como el viento; no ven la realidad, no ven las injusticias, no ven la violencia desmedida, no ven los altísimos niveles de corrupción, etc., que se cometen a diario.
En fin, no ven nada. La mente de cada uno está ocupada y entretenida en el mundo de la intranscendencia. Qué el ser humano camina mintiendo, robando, ultrajando, haciendo daño de forma constante. Como enredado con la irracionalidad.
La mentira y la irracionalidad son imágenes que los humanos adoran y veneran a cada instante y se convierten en practicantes de la maldad. La justicia está adormecida. Los encargados de la justicia, lamentablemente duermen al son del dinero.
La impunidad está libre de todo pecado y de toda culpa. La racionalidad que es fuente de luz y de crecimiento del ser humano está opacada.
La moral salió huyendo de la tierra y atrás de ella se fueron la mayoría de los valores humanos. La mentira y la irracionalidad son usadas a cada instante por el más humilde y por el más preparado.
Los políticos de mayor rango, los de las cúpulas son los más descarados y son dueños de la desfachatez y de la desgracia del pueblo. No conocen la vergüenza ni la conocerán jamás.
Estos políticos son los más peligrosos porque son especialistas en la mentira y alcanzan niveles muy altos en la escala de la corrupción. No se quedan atrás los profesionales en todos los campos pues también, saben mentir, engañar, y producir temor.
Pareciera que el ser humano está condenado a vivir en un ambiente de basura, maloliente y altamente contaminado; pero aún algo se puede hacer para cambiar este mal social.
Algo se podría lograr si cada ser humano se propone cambiar; ver lo malo y lo putrefacto de sus acciones; y tener conciencia para cambiar. El actuar con corrección, con humildad, con respeto, con justicia, etc., podría ser la “nueva” modalidad de vida que el ser humano necesita para modificar su loco y malvado modo de vivir.
No hay duda de que la raza humana ha perdido su capacidad de racionalidad y que la acompaña con la constante mentira, dos grandes males o “armas” que utiliza el ser humano para actuar sin percatarse claramente cuánto daño hace a sus semejantes y haciendo que la raza humana pierda su nivel de mayor rango en los seres vivos.
La tarea de cada ser humano es buscar las formas de percatarse que es irracional y que es mentiroso y cambiar o tratar de mejorar su accionar en esta vida.
