El ser humano visto como una pieza vital dentro de las organizaciones de la actualidad debe apreciarse como seres con diversas habilidades y con particularidades que los distinguen unos de los otros; es por esto que es de suma importancia poder respetar y admirar los aspectos que los hacen notables entre los demás; permitiendo con esto, colocarlos en un lugar exclusivo donde los identifiquemos diariamente, sin importar el momento… estas personas son elegidas para realizar tareas sobresalientes.
En las organizaciones actuales es frecuente encontrar personas que les resulta sumamente sencillo poder relacionarse, involucrarse e integrarse en las labores que se desarrollan en conjunto, impulsando ideas de bienestar e integración y alcance de objetivos basándose fielmente en una ideología de alcanzar los objetivos a través de un esfuerzo integral; con esto, se logra el compartir y fortalecer criterios, los cuales se emiten de manera individual, pero que al final dan como resultado a una idea en común para beneficio de los colaboradores y la empresa que los representa.
Sin embargo, estas no son actitudes que puedan ser desarrolladas de igual forma por personas que se les dificulta el poder relacionarse con otras, a pesar que la misma condición del lugar de trabajo, en muchas ocasiones genera estos tipos de espacio de labor en conjunto; estos colaboradores preferirán en todo momento realizar su labor de manera individualizada y estrictamente desarrollarlo según lo que se le solicite, en un tiempo y una forma en concreto.
La condición anterior puede vivirse de manera constante en un lugar de trabajo, afectando con esto aspectos necesarios para que una labor pueda desarrollarse de manera placentera y armoniosa, tales como: la comunicación asertiva, la motivación constante, la integración laboral, las buenas relaciones laborales, el manejo de un liderazgo positivo, entre otros, provocando con esto un ambiente laboral inestable e inseguro, los cuales generan una condición en la que puede reflejarse un grupo de trabajo con el recurso humano debilitado y con falta en la claridad en sus directrices, dado que estas pueden ser emanadas por un mal directivo o bien una mala estructuración de esa organización.
Es importante que toda persona cuente con un espacio para conocer y relacionarse laboralmente con las personas que conforman el equipo de trabajo de la organización que representan, al igual que esta pueda proporcionarle las herramientas y la formación para enfrentar situaciones que se presenten dentro de ella, las cuales pueden afectar su condición de trabajo; esto es algo inevitable, puede suceder en cualquier momento, pero lo que se requiere para el fortalecimiento de la empresa es desarrollar de una manera positiva en todos los colaboradores esa inteligencia emocional, para enfrentar cualquier condición que pueda sobrepasar lo que en algún momento se está preparado organizacionalmente.
Es necesario que toda organización pueda tomarse funcionalmente una pausa y pueda realizar una valoración clara de: ¿Cuál es la condición que presenta su equipo de trabajo en el manejo de las cargas de trabajo? ¿Cuál es el manejo en el tema de las buenas relaciones laborales en su organización? ¿Cuál es el nivel de intervención que tiene el área de Recursos Humanos en el tema del manejo de una inteligencia emocional? Todas estas preguntas son necesarias, esto con el fin de determinar cuál es la necesidad que tiene este tema y su desarrollo en la organización.
La inteligencia emocional es una actitud, una condición de pensamiento y una disposición sumamente valiosa dentro del ser humano y las actividades que realice de manera individual y esto incluye la importancia y la necesidad de poder desarrollarla en el campo laboral, dado que este tipo de inteligencia debe ser manejada inicialmente de manera individual, bajo una estrategia de capacitación y formación que estimule un accionar positivo y que pueda mantenerse como parte de cada persona. Una vez desarrollada en cada uno de los colaboradores, puede ser asumida en un diario vivir y establecerse como parte de la cultura organizacional de cada lugar de trabajo, consintiendo la idea clara que se debe trabajar con personas que poseen emociones, sentimientos y necesidades, las cuales deben ser escuchadas y tomadas en cuenta en todo momento, sin ninguna distinción. Todo esto forma parte del ser humano y no carece de valor, son de suma importancia y es una conducta que debe ser estimulada y enriquecida en todo momento, para el manejo asertivo de un equipo de trabajo que pueda adoptar una actitud provechosa y emprendedora.
