El Centro de Evaluación Académica es una instancia adscrita a la Vicerrectoría de Docencia cuya propósito fundamental es contribuir al mejoramiento y la excelencia del currículum universitario, desde un enfoque académico, sustentando su quehacer en prácticas de investigación y orientados por los principios filosóficos y valores que caracterizan a nuestra universidad. En colaboración con la Vicerrectoría de Docencia, la Unidad de Apoyo a la Docencia Mediada con Tecnologías de Información y Comunicación (METICS) e instancias como el Departamento de Docencia Universitaria, el CEA dirige su quehacer hacia la búsqueda institucional de la excelencia académica.
La excelencia por definición es una cualidad atribuible a aquello que excede las normas ordinarias, ya sean personas, actitudes, procesos, objetos, instituciones, entre muchas otras posibilidades; se utiliza para describir lo que es superior en relación con homólogos comparables y que es objeto o sujeto de aprecio dadas las bondades que lo caracterizan. Por su lado, la academia comprende una compleja y cambiante red de actores, dimensiones, componentes, funciones, y relaciones que dan sentido a estructuras que persiguen la construcción del conocimiento. Es más que un lugar físico donde se aprende y se enseña.
Por lo tanto, la excelencia académica acotada al ámbito del proceso de formación de profesionales viene dada principalmente por: personas docentes con alta profesionalización, estudiantes con óptima responsabilidad en su aprendizaje, infraestructura y recursos que potencien la mediación pedagógica en espacios físicos o virtuales, y lo más significativo, una propuesta clara de las intenciones formativas de ese programa, es decir, un plan de estudios robusto teóricamente, coherente, flexible e innovador, cuyo diseño responde a las necesidades del contexto sociocultural y a la realidad laboral del entorno más cercano.
Este tipo de propuestas en nuestra universidad son múltiples, pero, considerando los desarrollos curriculares recientes, cabe destacar la innovación y pertinencia de la Licenciatura en Ingeniería Agrícola y de Biosistemas. Carrera que nace en 1973 y en donde se visualiza que la evolución disciplinar está marcada por fortalecer el sistema alimentario mundial ante el cambio climático, plagas y enfermedades transfronterizas. De ahí que la carrera en la Universidad de Costa Rica (UCR) se planteara la importante transición de un concepto tradicional de ingeniería agrícola hacia la ingeniería de Biosistemas.
Otra experiencia institucional destacada por su pertinencia es la nueva carrera de Bachillerato y Licenciatura en Educación de Personas Jóvenes y Adultas de la Sede de Guanacaste, propuesta curricular que surge de una profunda lectura de las necesidades del contexto educativo nacional. Estudios realizados por el Consejo Superior de Educación y el INEC han mostrado que un poco más de 2 millones de personas, al 2019, con 15 o más años, tenían primaria o secundaria incompleta.
En cuanto a la flexibilidad curricular es oportuno señalar el desarrollo realizado por la carrera de Bachillerato y Licenciatura en Geografía. Esta carrera tiene una importante flexibilidad en términos de la autogestión del conocimiento por parte del estudiantado. Ofrecen varios espacios de cursos optativos que corresponden a varios ámbitos de profundización: Desarrollo Socioambiental, Ordenamiento y Gestión del territorio, Biogeosistemas y Geomática. Cada una de estas forman parte de una nueva área curricular llamada Saberes de Profundización que pretende llevar al estudiantado hacia temáticas emergentes de la profesión.
En síntesis, desde la Vicerrectoría de Docencia y el Centro de Evaluación Académica históricamente se ha venido brindando un acompañamiento a las carreras en sus procesos de desarrollo curricular que se concretan en modificaciones parciales, revisiones integrales, reestructuraciones y creación de planes de estudio nuevos. En estos procesos se continúa acompañando de cerca a las unidades académicas para que asuman una visión prospectiva de la formación profesional, alineada con las tendencias internacionales del campo disciplinar, curricularmente inclusiva y flexible, última cualidad que ha ganado mayor atención ante la pandemia provocada por la COVID-19, y que nos invita a hacer una cercana y nueva reflexión acerca de la excelencia académica.

