Opinión

La corrupción en Costa Rica

Es pertinente, en vista de los últimos acontecimientos acaecidos, plantear algunas consideraciones sobre los reiterados hechos

Es pertinente, en vista de los últimos acontecimientos acaecidos, plantear algunas consideraciones sobre los reiterados hechos de corrupción tanto en el sector público como en el sector privado.

El país viene afectado desde hace algún tiempo por una gran corrupción en el sector público y privado. Se han dado casos relevantes de corrupción o de actuar poco ético, como en la Administración Arias con la “mina Crucitas, en la Administración Chinchilla, la “Trocha Fronteriza”, y, en el Gobierno actual, el “Cementazo”.

Existen distintos tipos de corrupción como la corrupción política, la cual cual se refiere al mal uso del poder público para conseguir una ventaja ilegítima. El término opuesto a corrupción política es la  transparencia. Es importante recordar que corrupción no solo es malversación de fondos públicos, sino que también es corrupción cuando se toman decisiones para favorecer a ciertos sectores o personas, o se utilizan  los puestos públicos para servirse o para beneficios personales y no para servir al pueblo. También es corrupción cuando se paga dinero para aligerar trámites o se da el tráfico de influencias.

Se  concibe la corrupción como un mal, ya que es una serie de actos indebidos por parte de ciertas personas quienes obtienen un beneficio adicional que es ilegal e ilegítimo. La ética en el sector público es un elemento importante para hacer contrapeso a la corrupción, al considerar un conjunto de principios y valores. La vida cotidiana debería ser un espacio ético, y lo sería más si actuamos preocupados por las consecuencias de nuestras acciones en los demás. La ética no debe ser la panacea a los problemas que enfrenta la administración pública, ni para acabar con la corrupción, sino un instrumento más que ayude a combatirla. Es pertinente, en vista de los acontecimientos que constantemente se dan sobre corrupción, plantear algunas consideraciones sobre las posibles causas que han originado los reiterados hechos de corrupción, tanto en el sector público como en el sector privado. Un elemento sustancial se refiere a la pérdida de valores que de manera constante se ha venido dando en nuestro país, donde en épocas anteriores, valores como la honestidad, integridad y respecto a los demás eran el norte que guiaba el accionar de los costarricenses.

Es fundamental, para combatir la corrupción, que existan funcionarios comprometidos con el país, que actúen con principios éticos y morales y sustentados en valores como la honestidad e integridad. Es bueno  recordar siempre la actuación honesta y transparente que tuvieron el expresidente don Francisco Orlich y el Ing. don José Manuel Dengo, exvicepresidente, que sean un norte a seguir en nuestro actuar diario.  Se debe dar un cambio sustancial en la cultura de los costarricense para que la transparencia y la rendición de cuentas sean parte del quehacer de los costarricense, con una actitud proactiva que permita un actuar regido por principios éticos y morales. Es el momento para que los costarricenses sensatos y honestos realicen una acción decidida y frontal por el rescate de los valores. Hay que tener presente lo indicado por Fernando Elizondo Barragán: “Tenemos que tener fe en que la bondad prevalece sobre la maldad, la honestidad sobre la corrupción y la justicia sobre la impunidad”.

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