Opinión

La autonomía universitaria de nuevo a debate

Estos centros de estudio, concebidos como una conformación de profesores y  estudiantes, nacen en el seno de su respectivo tiempo y sociedad

El itinerario de la autonomía universitaria se puede indicar así:

1088 Universidad de Bologna (Italia)

1096 Universidad de Oxford (Reino Unido)

1150 Universidad de París (Francia)

1209 Universidad de Cambridge (Reino Unido)

1218 Universidad de Salamanca (España)

1575 Universidad de Leiden (Países Bajos)

1737 Universidad de Gottingen (Alemania)

1811 Universidad de Berlín (Alemania)

Estos centros de estudio, concebidos como una conformación de profesores y  estudiantes, nacen en el seno de su respectivo tiempo y sociedad, con una clara idea de la necesaria defensa frente a los poderes civiles y eclesiásticos, a lo largo de su desarrollo histórico, con el objetivo de afianzarse en sus aspectos administrativos y académicos.

Por su parte, el Grito de Córdoba, de los  estudiantes universitarios de Argentina en el 2018, fue un hito en el desarrollo de la autonomía universitaria en América Latina. El Manifiesto Liminar del 21 de junio de 1918, redactado por Deodoro Roca, expresó- entre otros aspectos- darle autonomía a la Universidad, respecto de los poderes eclesiástico, militar, político, económico y gubernamental; y, la  representación estudiantil debe contar con voto en los organismos decisorios universitarios en un 50%.

En Costa Rica, la evolución respectiva fue la siguiente:

1917: La Constitución Política, en su artículo 9 afirmó: “El Estado tiene la facultad   de restablecer la Universidad”.

1935, junio: el poder Ejecutivo, Ricardo Jiménez, envía al Poder Legislativo el proyecto de ley para restablecer la Universidad, sin éxito.

1935, setiembre: la misión de educación chilena, mediante Luis Galdamez, concluye su libro sobre Costa Rica: La Universidad autónoma.

1940,  marzo: Luis Demetrio Tinoco Castro, Ministro de Educación, hace la propuesta de crear la Universidad pública.

1940, mayo: Tinoco inicia la redacción del proyecto de ley sobre la universidad  pública, teniendo como base el documento realizado por el chileno Luis Galdamez.

1940, 16 de agosto: se aprueba la Universidad de Costa Rica, por el Poder Legislativo, mediante la ley No. 362, con el ejecútese del Poder Ejecutivo el día 26 de ese mes y año.

1941, 7 de marzo: se inaugura el funcionamiento de la Universidad de Costa Rica.

En La Gaceta Oficial No. 191 del jueves 29 de agosto de 1940, el artículo 4 de la Ley Orgánica de la Universidad de Costa Rica, afirmó: “La Universidad  será autónoma y  gozará de capacidad jurídica plena para adquirir derechos y contraer obligaciones (…)”

Por su parte, la Constitución Política de 1949, en su artículo 84 afirmó: “La Universidad de Costa Rica es una institución  de cultura superior que goza de independencia para el desempeño de sus funciones y de plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer obligaciones, así como para darse su organización y su gobierno propios. Las demás instituciones de educación superior universitaria del Estado, tendrán la misma independencia funcional e igual capacidad jurídica que la Universidad de Costa Rica (así reformado por ley No. 5697 del 9 de  junio  de 1975)”.

El voto 1313 de 1993, de la Sala Constitucional, hace referencia al voto 495 de 1992, que sostuvo que las universidades públicas pueden: autodeterminarse: establecer sus planes, programas, presupuestos, organización  interna y estructurar su gobierno propio; autoestructurarse: repartir sus competencias dentro de su ámbito interno; desconcentrarse: en lo jurídicamente lícito y posible; regular el servicio que prestan y decidir libremente sobre su personal.

De acuerdo con el ordenamiento jurídico costarricense, las universidades públicas están sujetas, en un Estado de Derecho, a las leyes de fiscalización de la hacienda  universitaria, a las potestades de la Contraloría General de la República, y al poder  Judicial.

Desde hace algún tiempo, este tema de la autonomía de las universidades  públicas se debate y se discute en público, en un clima creado y fomentado por  los medios de comunicación privados, dentro del contexto del neoliberalismo, globalización y privatización.

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