Opinión

La alegría como potencia organizativa: Mujeres luchan por sus cuerpos y territorios

Entre los días 24 y 27 de junio del 2018 se llevó a cabo en Guacimal de Puntarenas el “Encuentro de Mujeres: comunicación, cuerpos y territorios del Pacífico Central”, en el que participaron cerca de 43 mujeres que venían desde la montaña, el pie de monte, la costa, las islas y diferentes comunidades del país … Continued

Entre los días 24 y 27 de junio del 2018 se llevó a cabo en Guacimal de Puntarenas el “Encuentro de Mujeres: comunicación, cuerpos y territorios del Pacífico Central”, en el que participaron cerca de 43 mujeres que venían desde la montaña, el pie de monte, la costa, las islas y diferentes comunidades del país como Isla Venado, Las Parcelas y Las Monas de Herradura, Abangaritos, Guacimal y Monteverde. Fueron cuatro días hermosos en los que se desarrollaron diferentes espacios de reflexión, aprendizaje y disfrute, y en los cuales se compartió entre música, danza, radio, comida y cariño.

Uno de los intereses principales del encuentro fue comprender las situaciones que están viviendo las mujeres del Pacífico Central desde los relatos y vivencias que ellas mismas identifican sobre lo que les afecta y lo que sienten desde sus cuerpos en el día a día, así como las reflexiones sobre lo que sucede en sus territorios. Para ello se construyó una cartografía participativa; cada mujer fue descubriendo las cualidades de una naranja a través de sus sentidos y la guía de una moredadora. Una de ellas dijo al finalizar que le había costado pelar la naranja porque tenía los ojos vendados, pero al hacerlo se dio cuenta de que así era la lucha de las mujeres para alcanzar la felicidad, con muchas trabas, pero siguiendo sus instintos hasta conseguirlo. Hacer mapas sobre un cuerpo trazado por ellas mismas y colocar sobre ese cuerpo cada una de las problemáticas que enfrentan en la cotidianidad de sus comunidades,  fue la antesala que dio paso a tres días en los que fue posible identificar luchas, problemáticas, territorios y  proyectos en común.

Principalmente se señalaron afectaciones a la biodiversidad marina, que por lo tanto genera escasez de la pesca, intereses de canales de riego sobre fuentes comunitarias de agua, acaparamiento de tierras y desalojo a familias de comunidades costeras, acumulación de basura, tensiones alrededor de la construcción de carreteras y turismo masivo. Esta información fue convertida en guiones radiofónicos por las mismas participantes, que se transmitieron en vivo desde la Peña Cultural: Marimba, Voces y Canción. Fueron ellas quienes contaron cómo son sus comunidades, cómo se organizan.

Se realizó también un espacio de diálogo antes del cierre del encuentro, en el cual las mujeres urbanas y del Pacífico Central describimos la temporalidad cotidiana desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Así, surgió una conversación sobre la desigualdad del uso del tiempo que hay entre hombres y mujeres, siendo las últimas las que más dedican horas al trabajo doméstico no remunerado y al trabajo de cuidados. Este se planteó como un espacio seguro, en el cual había la suficiente escucha para contar algunas situaciones de sus vidas que han sido significativas. Ante esto, se recalcó que a pesar de que algunas no se conocían desde antes, sabían que estaban en un espacio de confianza, pues destacaron la necesidad de construir espacios con complicidad femenina.

Entre algunas de las conclusiones nos queda la necesidad fundamental de reivindicar la alegría de las mujeres en cada espacio, para que podamos vivir de manera plena, con acceso a semillas, aguas, biodiversidad marina, tierra, vivienda, comunicación no privativa y autonomías, fortaleciendo las diferentes prácticas y haceres que realizamos las mujeres desde la música, la organización, el baile, la investigación, la siembra, la pesca y cualquier actividad que queramos realizar. Dichas actividades son base fundamental de la reproducción de la vida material, desde lo que de verdad importa a las comunidades en la defensa de sus bienes comunes.

El espacio no estuvo conformado solo por mujeres, lo que posibilitó la interlocución y el planteamiento de críticas a las relaciones desiguales de género, tanto hacia las prácticas machistas de los hombres en las organizaciones comunitarias, como al llamado de solidaridad hacia las luchas de las mujeres.

El encuentro fue organizado por el programa de radio y cultura Desde la Mar, Radio Calles y Cuerpos, Voces Nuestras, TCU 702 Comunicación y Memoria, TCU 636 Derecho a la Comunicación, Centro Demostrativo de Desarrollo y el Programa Kioscos Socioambientales, con apoyo de la Sede del Pacífico y la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR.

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