Opinión

La administración universitaria: una tarea que requiere  ser fortalecida de manera integral   

En los últimos tiempos la necesidad que se le presenta al ser humano por crecer y profesionalizarse con el propósito de la superación personal...

En los últimos tiempos la necesidad que se le presenta al ser humano por crecer y profesionalizarse con el propósito de la superación personal o hacerle frente a las labores que se le delegan y aplicar por otras oportunidades de trabajo exige a la sociedad crear opciones que les permita prepararse y formarse en diferentes carreras: técnicas, grado o posgrado. Además, le demanda que los sujetos puedan elegir entre la modalidad presencial, la virtual o la bimodal, para que, una vez concluida, pueden poner al servicio del país los conocimientos adquiridos y, así,  contribuir plenamente para una satisfacción integral. Por ello, se considera de suma importancia el valor de estas entidades educativas dentro de la estrategia, dado que fungen como entes formadores e impulsores de un crecimiento instruido.

Es necesario distinguir la representación que actualmente tienen las universidades privadas en nuestro país y la diversidad de carreras y programas de extensión universitaria que cada una de ellas ofrecen. Asimismo, cabe destacar que su funcionamiento responde a las obligaciones que deben cumplir para su aprobación y la constante supervisión que reciben por parte de la entidad que las regulan. Por lo anterior, es preciso preguntarse: ¿cuál es el nivel de formación, atinencia académica y conocimientos valorados por las personas que administran estos entes universitarios? ¿Cuál debe ser la línea de trabajo que debe llevar la persona que encabeza una instancia de educación superior universitaria para que le permita mantenerse en el tiempo? Con base en estas interrogantes, es vital que las universidades dirijan su mirada hacia una educación superior de calidad y refuercen el nivel de formación de las personas que las dirigen.

La administración universitaria dirigida a través de estos profesionales capacitados y formados en esta área permite una mayor claridad en la estructura deseada y el cumplimiento de los objetivos organizacionales a nivel universitario. Igualmente, les proporciona mayores habilidades para impulsar la aplicación y la debida fiscalización de modelos que promueven la calidad en cada una de las labores realizadas y, así, crear una cultura educativa más identificada con las aspiraciones organizacionales y su objetivo en común: el fortalecimiento universitario.

La función administrativa dentro de las entidades universitarias requiere un mayor acompañamiento, supervisión y asesoría en los trámites que se realizan dentro o fuera de ella. Debido a esto, es necesario ubicar en las estructuras universitarias a las personas que cumplan con la idoneidad para realizar estas labores con eficiencia y eficacia y con resultados evidentes, dado que cuentan con las competencias para establecer una la línea de trabajo clara para el desarrollo y el fortalecimiento de la organización.

Con base en lo anterior, es necesario impulsar en las universidades públicas y privadas la necesidad de formar profesionales especializados en la función universitaria, con el propósito de suplirles a estas entidades educativas las personas con los conocimientos y las bases académicas que les permitirán mantenerse en el tiempo e impulsar proyectos visionarios e innovadores para beneficio de la organización.

La labor realizada actualmente por las universidades públicas y privadas a través de sus alianzas y convenios con otras instituciones nacionales e internacionales enriquece la educación superior  y se ve reflejada en los profesionales que en este momento ejercen y se desarrollan en ambos sectores, sobre todo, al promover los más altos niveles de profesionalismo y especialidades en comparación con otros países a nivel de Centroamérica. No obstante, es necesario reconocer que en este momento existe una universidad pública que está impulsando a estos profesionales a nivel nacional e internacional a través de los planes de estudio de una carrera a nivel de posgrado que aumenta la calidad que se requiere en la administración universitaria, dotándolos de los conocimientos para fortalecer bajo un mayor criterio las estrategias para implantarlas a nivel universitario. Por ello, es necesario reconocer la necesidad con la que cuentan en este momento los entes ya existentes y los beneficios que percibirían.

La calidad promovida en la administración de las universidades será el resultado de los objetivos alcanzados, los cuales se verán reflejados en la satisfacción de los estudiantes activos y futuros profesionales para la sociedad.

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