Opinión

Kioscos Socioambientales en las Jornadas de Investigación, Acción Social y Docencia de la Facultad de Ciencias Sociales

Este mes de setiembre se llevaron a cabo las Jornadas de Investigación, Acción Social y Docencia en la Facultad de Ciencias Sociales, un valioso espacio en donde personas docentes, investigadoras y estudiantes lograron compartir parte de sus aprendizajes, debates y preguntas académicas alrededor de sus trabajos, realizados y en proceso, desde las tres áreas sustantivas del quehacer universitario. Durante las Jornadas, Kioscos participó de un panel titulado “Conflictos, ambiente y territorios desde la Acción Social: el caso de Kioscos Socioambientales”. En este, las personas docentes del Programa compartieron con el público varias reflexiones producto de estos casi 15 años de trabajo con comunidades.

Muy cercano a las premisas de la Educación Popular, el panel fue diseñado a partir de preguntas generadoras, que el mismo Programa se planteó a partir de su propio quehacer desde la Acción Social. Las preguntas iban alrededor del tipo de docencia que se ejerce desde Kioscos, cómo se articulan los pilares sustantivos universitarios en el trabajo concreto, qué metodologías se utilizan para los procesos comunitarios, cuál es el papel ético-político que, desde Kioscos, deberían tener las Universidades Públicas frente a los conflictos socioambientales y territoriales, cómo entiende el Programa la autonomía universitaria, entre otros. Así, se llevaron a cabo cuatro distintas intervenciones, las cuales se sintetizan a continuación.

Desde un estilo en donde se volvía difícil diferenciar lo poético de lo teórico-práctico, comenzó el panel a partir de las provocaciones del Observatorio de Bienes Comunes, proyecto que busca monitorear y acompañar comunidades que cuidan, protegen y disfrutan de bienes comunes. Reflexiones sobre la importancia de la escucha en el acompañamiento a procesos comunitarios, la necesaria desobediencia epistémica para pensar y hacer procesos creativos que acompañen desde el cuido y los afectos, y la necesidad ética de vincularse a procesos comunitarios que lo están solicitando (y que Kioscos valora que puede acompañar), fueron parte del inicio de este espacio.

Enseguida, se recordó que la Investigación, la Docencia y la Acción Social deben trabajar juntas, si es que realmente se quiere aportar en la transformación social que la UCR está llamada a atender. También, se comentó que el fortalecimiento de capacidades organizativas y la generación de herramientas para plantear análisis críticos de la realidad (que buscan, al mismo tiempo, incidir sobre esta, de forma articulada, bajo un sentido político que garantice los encuentros, las articulaciones y las redes) son parte los elementos centrales de Kioscos para pensar-se en su vinculación con comunidades.

El panel continuó, pasando ahora a comentar cómo es que se pueden pedagogizar las experiencias. Y es que la pregunta puede ser un punto de partida, igual que lo fueron aquellas ocho preguntas que generaron este panel de reflexión. Cuando se habla de que la pregunta es un inicio, se está diciendo que a las comunidades no se llega a imponer, sino a dialogar y sobre todo a cuestionar, porque es el reto de problematizar la realidad lo que permite que las personas puedan pensar en formas distintas de vivir y estar en el mundo. Reflexiones pertinentes y muy necesarias fueron compartidas durante el panel, proponiendo que la interseccionalidad, la reflexividad y la situacionalidad son elementos medulares de la propuesta metodológica de Kioscos.

Por último, el espacio cerró con la necesaria discusión sobre el papel ético-político que deberían tener las universidades públicas frente a la conflictividad socioambiental, así como la comprensión que Kioscos ha hecho, sobre lo que se ha llamado como autonomía universitaria. Así, se plantearon discusiones muy necesarias que deben darse dentro de la Universidad de Costa Rica, como es la situación del interinazgo dentro de la Acción Social, los recortes presupuestarios a este pilar sustantivo, la tendencia de la UCR hacia la venta de servicios frente a una disminución de los proyectos y programas que acompañan comunidades en condición de vulnerabilización socioeconómica, la excesiva burocratización de los procesos administrativos, que terminan convirtiéndose en grandes obstáculos para el quehacer académico, entre otros.

Las participaciones del equipo docente de Kioscos fueron muy claras con respecto al modelo de Universidad Pública que defiende el Programa: el de una Universidad que acompaña comunidades históricamente marginalizadas, una Universidad que se posiciona beligerantemente frente a las injusticias y desigualdades que genera el modelo económico, una Universidad a favor de las transformaciones sociales necesarias para el bien común, una Universidad que facilita procesos, que cuida y defiende a su personal docente (y no solo al que está en régimen académico) y a sus estudiantes, una Universidad pensada para las comunidades, que aprende de los procesos comunitarios y de las autonomías territoriales que se están forjando desde el cuido, el afecto y la digna rabia por un mundo más justo para todas las personas.

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