Opinión

Jicaral, fútbol y descentralización

El tema de la centralización de las sociedades y economías pareciera un mal general de los países latinoamericanos, lo cual históricamente ha generado desigualdades y pobreza.

Somos conscientes de que al menos las dos primeras palabras del título tienen algún tipo de relación actual, con ocasión del destacado papel en el campeonato nacional de la primera división que ha desempeñado este año el equipo de fútbol del “caserío” de Jicaral del Distrito de Lepanto, el cual junto con Paquera y Cóbano se ubican en el cono sur de la Península de Nicoya, hecho que ha provocado incluso que muchos conozcan de la existencia de un interesante pueblo ubicado al otro lado del mar con tan particular nombre. Ahora bien, la intención con estas letras es también referirme a la segunda palabra del título que aparenta no tener relación con las dos primeras: descentralización, la cual se entiende en política básicamente como un proceso mediante el cual se transfiere poder político y económico, desde la administración central a instancias institucionales  cercanas a la población y alejadas de la ubicación física del gobierno central, dotándolas de independencia administrativa y legitimidad política propia.

En nuestras retinas y memorias algunos guardamos con cariño aún el recuerdo del día de la victoria en la final de segunda división de fútbol nacional, momento en que el que el presidente de la escuadra de Jicaral, Roy Barrantes, joven empresario netamente jicaraleño, quien al festejar y abrazar a su padre Eugenio Barrantes le gritaba emocionado: “…papá lo logramos, lo logramos…” posteriormente en entrevistas de rigor de medios de comunicación el joven y exitoso empresario expresa ya más relajado: “… este campeonato logrado y nuestro ascenso a la primera división es una muestra más de que en las zonas rurales existe talento, orden administrativo, gente trabajadora quienes con esfuerzo tienen capacidad para lograr grandes cosas…”

La mayoría ya olvidó esas manifestaciones, probablemente producto de la emotividad del momento y el contexto en que fueron dichas. Sin embargo, actualmente es importante rescatar el contenido de dichas expresiones por una razón muy sencilla: lo narrado posiblemente provocará que muchos piensen que se trata de los logros de un simple equipo de fútbol que ha provocado incluso expresiones peyorativas en referencia tanto al humilde pueblo como a su sencillo estadio. Lo cierto es que en reconocimiento se recibieron felicitaciones en canales internacionales de televisión incluso por parte del propio presidente de FIFA Gianni Infantino.

Si le damos al logro narrado otro tipo de interpretación, en definitiva, el mensaje es poderoso con hechos y no con simples palabras, relacionándolo con la necesidad apremiante en nuestro país de agendar una seria descentralización por parte de burócratas de élite y de quienes ostentan y ejercen nuestra representación política a efecto de lograr una mejor inclusión, desarrollo social y económico en nuestras olvidadas y marginadas zonas rurales. En vista de que la supuesta riqueza, acción económica y social del país se desarrolla básicamente en el Valle Central, es hora de volver los ojos hacia la riqueza humana y material existente en dichas zonas alejadas del mencionado valle. En el caso particular, de una zona como el cono sur la Península de Nicoya con un área de más de 1.100 kilómetros cuadrados junto con sus Islas ubicadas en el Golfo del mismo nombre, con una población aproximada de 25 mil habitantes, una rica región que clama porque se le dé la oportunidad de desarrollarse pudiendo crear su propio cantón, hecho que ha sido negado en el pasado por parte de políticos de turno y del otro lado del mar, aprovechados de la pugna centenaria por la pertenencia provincial de dicha zona de la Península entre las provincias de Guanacaste y Puntarenas. Eta discusión actualmente fue trasladada a estrados judiciales, propiamente al Tribunal Contencioso Administrativo, tratándose de una zona en disputa según nuestra Sala Constitucional.

El tema de la centralización de las sociedades y economías pareciera un mal general de los países latinoamericanos, lo cual históricamente ha generado desigualdades y pobreza. Es evidente que el centralismo en el aparato gubernamental lo imposibilita para responder de manera eficiente a las crecientes demandas de las sociedades civiles periféricas, de ahí es que se debe recurrir a la descentralización política simultánea a una reestructuración de la economía. Además, se debe dotar a los Gobiernos locales de mayores atribuciones, funciones y competencias con lógico contenido presupuestario incluyendo nuevas transferencias del gobierno central a las Municipalidades, y la eliminación de una fuerte tradición centralista desde épocas de la colonia.

La renovación de los partidos y demás actores políticos es necesaria, ya que estos nacieron y se desarrollaron ideológicamente vinculados al crecimiento de un estado centralista, por lo que es imperativo actualizarse en cuanto a sus estructuras organizativas, pensamiento, agendas, ideología, etc. Es importante concientizar a la ciudadanía, logrando con ello presionar a candidatos que buscan ser escogidos para puestos de elección popular tanto para el Poder Ejecutivo como para el Legislativo, a efecto de que incluyan en sus mapas y programas de gobierno su compromiso serio de incluir el desarrollo de las zonas periféricas.

En conclusión, por ahora los Peninsulares del cono sur solo esperamos y nos encontramos atentos al cumplimiento del principio constitucional de justicia pronta y cumplida por parte de quienes resuelven judicialmente nuestra pertenencia provincial en este momento, para así posteriormente dar el gran e histórico paso a la conformación de nuestro ansiado cantón de acuerdo con nuestras propias capacidades. Esas que recientemente han sido probadas al menos en el campo del fútbol de la primera división, al encontrarse en este momento el equipo representativo de la Península “codeándose” con los tradicionales y “grandes equipos” de la Meseta Central.

Esperamos que nuestro merecido cantón, logre el objetivo y no quede a fases previas de la consumación de su éxito. Por ahora, felicitamos al equipo de fútbol Peninsular de Jicaral y solo esperamos que pronto se logre la independencia legal, política y social que merece su región. En ese aspecto no se puede fallar, en esa contienda sí debemos ganar la gran final.

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