Opinión

Intrigantes y sospechosos hechos

Un cóctel molotov lanzado en altas horas de la noche el 25 de junio rompió la ventana de oficina de la diputada Zoila Volio.

Un cóctel molotov lanzado en altas horas de la noche el 25 de junio rompió la ventana de oficina de la diputada Zoila Volio.

Después la protesta de los pescadores que derribaron los portones de Casa Presidencial, el mismo 25 de junio, y a quienes se atribuyó el lanzamiento de un cabo de dinamita que quebró también una ventana, hecho por el cual y curiosamente, a pesar de las abundantes cámaras de monitoreo  y el amplio dispositivo de seguridad en el perímetro,  nunca se halló al responsable del “ventanazo”.

Luego, sucede la ridícula proclama del presunto grupo guerrillero Movimiento Patriota, el 7 de julio, el mismo día de la fracasada marcha de blanco, que resultó dirigida desde la finca del siniestro Comandante Cobra, junto a Álvaro Sequeira, ambos con amplio prontuario delictivo y en el caso de Cobra con larga trayectoria de vinculación a los cuerpos de seguridad.

Y como hecho más reciente de esta misteriosa trama, el 22 de julio se da  la colocación, en altas horas de la noche, de una bomba artesanal, que quebró unos ventanales de Teletica Canal 7, supuestamente instigada abiertamente por una educadora mediante un audio que se ha hecho viral y reproducen constantemente los grandes medios de comunicación, a la vez que políticos empresarios de todos los colores se rasgan las vestiduras y nos pintan un sombrío panorama que atenta contra su “democracia” hecha a la medida de sus jugosos intereses.

Al mismo tiempo, en la Asamblea Legislativa se prepara la continuidad de los ataques a los derechos del pueblo: la ley anti-huelgas, la ley de empleo público y así como entregaron los puertos del Caribe a la transaccional APM Terminals, hay una ofensiva para deteriorar aún más al ICE y a la CCSS. Mientras tanto, criminalizan a estudiantes del Colegio Técnico de Pital por cerrar portones, mientras permanece impune la violencia policial contra estudiantes de un Colegio de Upala. Por si fuera poco hay una brutal arremetida de desalojo de precarios en El Porvenir, Monte Alto, Patarrá, con destrucción de ranchos y enseres, que se ensaña contra los pobres más pobres, especialmente mujeres cabezas de hogar. Intrigante y sospechosa trama. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

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