Opinión

Igualdad y equidad de color palo rosa

Muchas veces en nuestro lenguaje de a diario los conceptos de “igualdad” y “equidad” se consideran como sinónimos

Muchas veces en nuestro lenguaje de a diario los conceptos de “igualdad” y “equidad” se consideran como sinónimos; pero no los son. El análisis de estos conceptos es muy interesante en el tema de la “igualdad y equidad de género”.

En este marco, la igualdad se relaciona básicamente a la capacidad legal que tiene un país para que las diferencias entre hombres y mujeres sean mínimas o inexistentes. Costa Rica ha realizado un buen trabajo, así lo indica nuestra Constitución en su artículo 33: “Toda persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna contraria a la dignidad humana”; esto es que hombres y mujeres deben tener igual trato en condiciones iguales… aunque todavía existen desafíos.

El concepto de equidad se relaciona más que todo con las “oportunidades” que se deben aprovechar para hacer valer la “igualdad” que ya está legalizada o no. El problema de equidad es el resultado de condiciones estructurales, culturales, sociales, económicas y otras que motivan principalmente a las mujeres a hacer valer sus derechos.

La igualdad y la equidad se confunden porque se cumplen o se incumplen de manera voluntaria o involuntaria. Por ejemplo, una institución decide dar unos cursos de computación a los habitantes de una comunidad y para ello establece su horario en las mañanas. La institución no hace discriminación entre hombres y mujeres cumpliendo el concepto de “igualdad”, pero el concepto de “equidad” no se cumple o está mal concebido, y esto es de manera involuntaria, pues aunque los cursos se hicieron para todo público, los van a aprovechar más los hombres que las mujeres, pues la mayoría de ellas debe atender la casa en las mañanas.

A finales de noviembre del año pasado, el Banco de Costa Rica lanzó la cadena bancaria Kristal, la cual ha sido criticada por aspectos tan serios como señalar que esta banca no se diferencia de otras que ofrecen los mismos servicios e incluso en mejores condiciones, hasta aspectos tan superfluos como descalificarla por su nombre “Kristal”, que se asocia a lo frágil y endeble, o su color palo rosa, que se relaciona con sentimientos simpáticos, tiernos… cursis.

¿Cómo se concibe la banca Kristal en el marco de “igualdad y equidad de género”?.Como en todo lo social, lo normativo y perceptivo están presentes. Estas características dan la gran riqueza a las ciencias sociales, pues permiten que ante una misma pregunta existan varias respuestas con tonalidades grises que se acercan desde el extremo negro hasta el blanco.

Teniendo lo anterior presente, hay una respuesta que estoy seguro no es la única y mucho menos la definitiva. Con respecto al concepto de “igualdad”, la banca Kristal segrega a los hombres, por lo que queda debiendo en este aspecto, y con respecto a la “equidad” sucede lo mismo, pues al enfocarse exclusivamente hacia lo femenino y su exagerada propagada y signos externos enfatizándolo, hacen que sus servicios sean discriminativos para el hombre.

¿Cuál es el pecado de Banca Kristal? Muchas veces la banca ofrece servicios que son claramente destinados a hombres o a mujeres, pero lo hace sin ningún tipo de contraste para que puedan ser demandados por ambos. Un ejemplo son los préstamos para ir al mundial de fútbol, que es un servicio bancario destinado a los hombres pero también está disponible a mujeres… es más, seguramente el mercadólogo no se atrevería a hacer una diferenciación que podría restarle oportunidades de negocio al banco. El pecado de la Banca Kristal fue empachar e indigestar a sus clientes meta cuando aún eran potenciales; basta repasar las noticias de la prensa sobre este peculiar fenómeno para observar que la mayoría de los artículos brindan la opción a sus lectores de hacer breves comentarios sobre estas; son en mayoría las mujeres las que perciben que con la Banca Kristal la “igualdad y equidad de género” ha dado un paso a atrás.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido