Opinión

Identidad nacional de Costa Rica en su mueble colonial

El mueble es un objeto de uso altamente significativo en la cultura, pues no solo ayuda al ser humano de manera utilitaria

El mueble es un objeto de uso altamente significativo en la cultura, pues no solo ayuda al ser humano de manera utilitaria al proveerlo de espacios de uso específico para sus actividades cotidianas, culturales o espirituales, sino que por su diseño, decoración y acabado -o bien muebles de sobria y efectiva construcción, le hacen la vida más grata.

El mueble también es un valor agregado al conocimiento de una época, no solo pasada, pues sus restos o conservación completa nos ayudan a reconstruir y entender, valorar críticamente, la vida social ampliamente consignada desde múltiples ángulos de estudio relacionadas con un lugar y un tiempo determinados, que como células ayudan a visualizar el entramado de una comunidad humana, en primera instancia.

Por su medio –mueble, arquitectura, escultura de uso democrático pues la usan todas las relaciones de clase y poder– revivimos conductas de individuos, acontecimientos colectivos, estado de la familia, valores, sistemas de creencias y organización de la vida humana en su evolución integral, constituyendo así un eslabón selectivamente importantísimo de la historia de los pueblos humanos y los sincretismos que forzosamente, voluntariamente o circunstancialmente, crean al tomar contacto entre sí.

De ahí que la arqueología sígnica y simbólica primitiva, rural, urbana, citadina, metropolitana y cosmoespacial para este campo de construcción móvil, a la vez que producto intangible de la humanidad en sus diferentes estadios de desarrollo, nos orienta al estudio material que con regla científica debe analizar sus objetos y restos culturales para llegar a conclusiones de fondo de sus formas de vida, supervivencia y evolución o desaparición física.

En Costa Rica, se ha estudiado y se sigue dándole énfasis, dichosamente, a la arqueología precolombina, pero luego de la llegada de Colón en setiembre de 1502, el periodo de conquista, guerra de exterminio, esclavismos, asentamientos, colonización y mestizajes, se hace indispensable, justo y necesario profundizar en la arqueología submarina, costera, habitacional, urbana, manufacturera, tecnológica, entre otras.

El mueble colonial en Costa Rica también tiene raíz en las culturas precolombinas locales y así debe ser investigado, no solo desde el concepto que trajo el español con su visión y uso europeo, sino que debe valorarse su justa creación, uso, inserción y sincretismo en el mueble y enseres costarricense de la época con sus aportes prácticos, aunque haya sido invisibilizado por la élite de poder social, económico y político.

Con el mueble colonial de nuestro diseño y su construcción material visible, podemos adentrarnos en rasgos definitorios de la riqueza y pobreza que fueron dando espacio y contradicción a la sociedad costarricense que nos precedió, así como a las bases que sentó para vivir en un mundo desigual de poder y calidad de vida.

Ese objeto, ese mueble nos adentra y nos saca de las casas, comercio y oficinas políticas, dialoga con nosotros y son el relato que busca un depositario de las historias de ellos, sus dueños, la historia que se fue construyendo y quedó diluida en espejismos de otros intereses egoístas, como el olvido de quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos.

En ese sentido, el mueble colonial costarricense constituye un objeto de riquísimo contenido para la comprensión de aquel pasado y sus proyecciones a futuro, que es el hoy de nuestro país.

Sin embargo, hay obvias limitaciones, pues los objetos que constituyen el mobiliario se han dejado perder, han sido pulverizados por la desidia de sus dueños y la ignorancia absoluta del patrimonio que constituyen para la nación, la identidad y el carácter costarricense como parte de su identidad propia, única de país. Aunque por herencia familiar o por amor coleccionista, se conservan muchos objetos mueble en el ámbito privado.

¿Cuál es el afán, miedo, o espíritu pequeño en no darlos a conocer, en ficharlos en un inventario nacional que nos dé a toda la nacionalidad costarricense orgullo y alcance de verdades históricas y caras poliédricas dentro del espejo de nuestra realidad?

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