Hablar del Hospital Dr. Raúl Blanco Cervantes es pensar de inmediato, sin pestañear, sin mover ni un ápice la mirada, en humanismo, nobleza, colaboración y compromiso 24/7 a las personas adultas mayores, es sorprendente poner un pie en tan digno Hospital Público.
De inmediato, el guarda es el primero en darnos la bienvenida, secretarias, misceláneos, auxiliares de enfermería, enfermeras, médicos, Jefatura médica, técnicos en distintas especialidades, disponiendo de tecnología, apoyo instrumental y farmacología adecuada, nos reciben con cariño y profesionalismo. Trabajo en equipo, así de simple.
Precisamente, desde hace 4 años hemos venido subiendo y bajando el ascensor o las gradas del Hospital, acudiendo a distintas citas médicas, entrando a consultorios caminando por los largos pasillos del nosocomio para la realización de distintos exámenes de sangre, rayos X, ultrasonidos, electrocardiogramas y tratamientos medicamentos, dando como consecuencia, entre otros, la realización de dos cirugías a mi amada madre y su posterior seguimiento médico, según corresponda.
El Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología es un centro especializado en la atención de las personas adultas mayores, y en el desarrollo de un proceso de educación y fortalecimiento de la atención en Geriatría y Gerontología, el cual depende de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
En diciembre de 1975, la institución fue nombrada Hospital Dr. Raúl Blanco Cervantes, quien fue un médico destacado en la atención y tratamiento de la tuberculosis, y en el año 1976 se orienta en la atención especializada de Geriatría y Gerontología.
La filosofía de esta magna institución es brindar servicios de salud integral a las personas mayores de 65 años, a las familias y a la comunidad, según legislación vigente, y se sostiene en los principios solidaridad, igualdad, equidad, obligatoriedad, unidad, entre otros.
Según proyecciones del INEC al 2020, hay 453.000 mil personas mayores de 65 años, que representan el 8.9% de la población del país y va en ascenso, según la pirámide poblacional se está invirtiendo de forma acelerada. Es importante en el proceso ir preparando a los costarricenses para recibir en el 2023 a una tercera parte de la población que será adulta mayor, y para el año 2050, más de una cuarta parte de la población total del país será adulta mayor. Estamos a la vuelta de la esquina.
Al envejecer los seres humanos enfrentan cambios sustanciales, como acogerse a la jubilación, cambio de roles en la dinámica familiar y social, mayores riesgos de enfermedades crónicas, pérdida de la funcionalidad, entre otros. Claro, lo anterior va ocurriendo conforme las diferencias individuales, la condición socioeconómica que tengan las personas, es decir, su historia de vida.
Así mismo, nos responsabiliza a cada costarricense para que cada persona adulta mayor sea tratada con dignidad y respeto, según lo plasmado en la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores, ratificado por nuestro país, mediante la ley 9394, octubre 2016.
Si bien es cierto la institución ha brindado un excelente servicio de calidad a los adultos mayores, pienso que es necesario e importante seguir mejorándolo, recordemos que esta población va en aumento acelerado, siendo apremiante que las autoridades respectivas deban repensar su accionar en:
- Brindar el servicio de lunes a lunes, no como hoy que es de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 5:00 p.m. Por ejemplo, si un paciente llega un viernes después de las 5:00 p.m. no lo atienden y lo remiten al Hospital San Juan de Dios, lo cual no es conveniente porque, además de que estamos en tiempos de pandemia o sindemia, no es un hospital especializado para atenderlos, provocando una saturación y hacinamiento impresionante, lo hemos vivido.
- Mayor contratación de Psicólogos, Orientadores (no existe esta profesional en planta), Trabajadores Sociales y médicos especializados en cuidados paliativos. Sabemos que, en todas las etapas del ser humano, como parte de la salud holística, es importante ser escuchado, comprendido y mostrar afecto, y en esta etapa aún más. La pedagogía de la ternura, los valores es un imperativo ético.
Asimismo, importante recordar a los señores Diputados que votaron a favor (32) de la propuesta Ley 21.336, Empleo Público, la inconveniencia de votarlo en segundo debate es que este proyecto tal y como está configurado, a todas luces, lesiona los derechos humanos, es decir, a la CCSS y por supuesto a este Hospital, el cual se vería lesionado en su dinámica institucional, perjudicando a los Adultos mayores. Por último, mi familia y esta servidora, les agradecemos profundamente el respeto, la calidad del servicio y atención que hemos recibido. Son verdaderos seres humanos.