El Dr. Miguel Picado publicó un artículo en el Semanario UNIVERSIDAD del pasado 2 de marzo, para comentar una cita a pie de página de mi libro Crisis Social y Memorias en Lucha. En esa cita, resumo algunas críticas que le he hecho al libro de Picado: Secretos de un acuerdo.
Monseñor Sanabria y Manuel Mora, junio de 1943. En ese libro, Picado presenta como cierta una añeja tesis que le otorgaba el origen de la reforma social a un intento de golpe de Estado en contra del gobierno del Dr. Calderón Guardia.
El creador de esa tesis fue Manuel Mora, en una entrevista que le concedió al historiador Óscar Aguilar en la década de 1960. Mora no ubicó en el tiempo ese intento, pero Picado lo situó cerca de 1943. Para sustentar esa tesis, Picado se basa en el testimonio que le dio doña Ivonne Clays Spoelder (primera esposa de Calderón) al periodista Guillermo Villegas a inicios del decenio de 1980.
Picado dice que mi colega Iván Molina y yo hemos “procurado desacreditar a doña Ivonne Clays” y que lo hacemos porque necesitamos “desautorizarla” para “invalidar las declaraciones” de Mora a Aguilar.
Al afirmar eso, Picado pareciera que no sabe diferenciar entre el trabajo crítico de un historiador profesional frente a una fuente (en este caso testimonial) y la desacreditación de una persona.
Además, dice Picado que pongo a doña a Ivonne a decir “algo absurdo: que Franklin D. Roosevelt impuso nuestra reforma social”. Como Picado lee lo que quiere de las fuentes, destaco lo que le dijo doña Ivonne a Miguel Acuña: “[Roosevelt]… Recomendó iniciar, de inmediato, una reforma de las estructuras sociales, tomando como base la Carta de Seguridad Social (Social Security Act), promulgada el 14 de agosto de 1935 en los Estados Unidos… Durante la conversación pidió información sobre las medidas que la nueva Administración tomaría para defenderse de la conjura comunista… Mi esposo le contestó que la mejor defensa de Costa Rica era la religiosidad de su pueblo; pero esta respuesta tan elemental no le satisfizo”.
Según doña Ivonne, Roosevelt “recordó que lo mismo se había dicho de España, entonces devastada por la Guerra Civil.
En su criterio la mejor fórmula para derrotar el comunismo era establecer un sistema de seguridad social, pero sin movimientos revolucionarios antiimperialistas ni socialistas. Si esto se realizaba conforme a esas pautas, advirtió, Costa Rica podía contar con apoyo económico y político”. Y agregó doña Ivonne: “Doy fe de que lo pactado se cumplió. La ayuda económica se canalizó por medio del Subsecretario de Estado, el Señor Summer Wells. Asimismo afirmo que el sistema de seguridad social de la Unión Americana, debidamente homologado por Guillermo Padilla Castro, sirvió de base para nuestras leyes laborales y de seguros sociales. Lo demás es anecdótico, sin interés histórico.
Por ejemplo, la mención de los Códigos de Malinas y los principios de la Rerum Novarum tiene que ver con la religiosidad mencionada por Rafael Ángel en la entrevista con Roosevelt, pero nada más”.
En el caso específico de la entrevista que Spoelder le dio a Villegas, se constata lo anotado por Molina, de que las preguntas formuladas sugerían las respuestas obtenidas.
Para terminar, vuelvo a indicarle a Picado que estamos a la espera de que rebata lo esencial de las fuentes mostradas en otras investigaciones, las cuales niegan la tesis del golpe de Estado.
A esa tesis se le oponen dos cronologías: primero, está probado por Theodore Creedman y por Molina que el acercamiento entre calderonistas y comunistas inició desde 1940, y que se acentuó en 1941 y 1942, hasta culminar en una alianza electoral en 1943.
Segundo, es claro que en 1943 ya la reforma social llevaba un amplio camino andado: creación de la Universidad de Costa Rica en 1940, en ese mismo año anuncio de la elaboración de un código de trabajo, fundación de la Caja Costarricense de Seguro Social en 1941, y anuncio del proyecto de las Garantías Sociales en 1942.
A la luz de estas cronologías, ¿cómo se puede seguir sosteniendo que un intento de golpe de Estado en 1943 produjo la reforma social? Finalmente, afirmar que la reforma social fue el resultado del miedo de Calderón a un golpe de Estado, además de ser un planteamiento profundamente conservador, es la negación más grande de la historia de lucha social anterior a esa reforma y del papel de diversos sectores sociales en su origen y desarrollo.
De hecho, niega las iniciativas de los católicos del Partido Republicano Nacional y del mismo Sanabria por erradicar el comunismo en Costa Rica mediante una reforma que volviera más inclusiva a la sociedad costarricense.