Opinión

Hidrógeno en contexto químico-industrial apropiado

El Lic. Juan Rafael Barrientos Germé, director ejecutivo del Colegio de Químicos de Costa Rica, me pidió redactar un documento sobre consideraciones relativas a hidrógeno, desde el punto de vista de tecnología química.

El Lic. Juan Rafael Barrientos Germé, director ejecutivo del Colegio de Químicos de Costa Rica, me pidió redactar un documento sobre consideraciones relativas a hidrógeno, desde el punto de vista de tecnología química. Entonces, me permito indicar aquí algunas de esas consideraciones que contribuí por la solicitud de don Rafael.

Lo primero es tener claro que el hidrógeno no es un combustible, ni fuente de energía. El hidrógeno es un vector energético; es decir, se trata de un material que acarrea la energía empleada en su producción, para luego ser reconvertida parcialmente en una forma útil como puede ser electricidad.

Los doctores Edgardo Moreno y Fernando Durán se han referido al costo energético de la producción de hidrógeno por medio del esquema planteado para Costa Rica, que consiste en la descomposición de agua por medio de energía eléctrica (electrólisis del agua). Es necesario que este asunto se discuta y se entienda en el contexto tecnológico apropiado.

Hidrógeno electrolítico. La cantidad de energía mínima necesaria para obtener hidrógeno por descomposición electrolítica del agua, a presión y temperatura ambientales, es de 143 megajulios por cada kilogramo de hidrógeno obtenido. Esta cantidad es equivalente al consumo de energía eléctrica que durante casi cinco días consume una familia que recibe una facturación mensual de 250 kWh. Esta cifra no toma en cuenta los grados de (in)eficiencia que implique el proceso electroquímico real y el equipo utilizado, básicamente por disipación de energía eléctrica como calor y sobrepotenciales eléctricos. La cifra tampoco toma en cuenta el alto costo de compresión del hidrógeno para su almacenamiento o fugas, ni los costos de transporte.

Otras tecnologías de obtención de hidrógeno. En los Estados Unidos, el hidrógeno es mayormente producido a partir del gas natural, en un proceso químico a altas temperaturas y presiones donde se produce dióxido de carbono, además del hidrógeno, en una proporción de 5,5 kilogramo del primero por cada kilogramo de hidrógeno. Esta cifra solo se refiere a la reacción química y no al proceso industrial completo. Esta situación es reflejo de la existencia del recurso natural (gas natural) y la economía de escala de ese país.

Consideraciones ambientales. Las consideraciones de conveniencia ambiental no se reducen a posibles emisiones de dióxido de carbono evitadas en el uso final de un material (hidrógeno en este caso). Es indispensable realizar un análisis del ciclo de vida del producto; es decir, una contabilidad de los impactos ambientales desde “la cuna” hasta “la tumba” del producto específico, su uso y producción. Esto incluye los consumos de energía, de agua y de otros insumos; ciertamente las emisiones de gases de efecto invernadero; y, sobre todo, la disposición final de los residuos que se generan durante la vida útil del equipo que usaría el hidrógeno.

Lo importante de la discusión nacional es, sobre todo, eliminar las opiniones difundidas en la prensa, sin base científica ni tecnológica, de que la producción de hidrógeno es una actividad industrial sin mayor complejidad y que está acorde con las realidades de escala del país.

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