El parasitismo social ha tomado fuerte auge en la Costa Rica de los últimos 20 años. El fenómeno ya no es monopolio de políticos y empresarios, sino que carcome las bases de la dimensión social. Si la pirámide se cimienta en parásitos sociales de la inmensa masa poblacional pobre, el sistema sociopolítico y económico se tornará poroso y desmoronará irremediablemente. Si bien el déficit fiscal puede atribuirse al deporte nacional evasión-elusión, hay uno de mayor envergadura; la política pública de repartición de la riqueza presente y futura, camuflada de distribución y justicia social. Se trata de mecanismos de transferencia de los ingresos del Gobierno a personas que parasitan del trabajo ajeno, mientras se reproducen sexualmente como actividad furtiva del ocio a costa del sudor de las personas honestas, quienes ejercen labores productivas e inciden en el crecimiento del producto nacional.
En la tabla y figura adjuntas, la fuerza laboral (L) crece tímida desde el año 2013 a pesar del crecimiento de la población en edad de trabajar, pero que no muestran interés en hacerlo. Su tasa de variación trimestral reportada (n) y estimada (ṅ) declinan con descaro. Mucho de ello podría deberse a distintas formas de redes de cuido, entre ellas en secundaria y universidades. Quizá el déficit fiscal se mide por la dimensión de la repartición de riqueza con réditos electorales: una y otra vez, millón trescientos votos indigentes del sudor de la frente de las personas trabajadoras y honestas. Desde el 2012 al 2018 hay una fuerte oscilación del desempleo (Ē) que apenas tiende a concentrarse en el IV trimestre de esos años a niveles mediocres; luego del fin de año, el empleo (E) se va de parranda, como lo denota (l). Las tasas de crecimiento reportada (ǹ) idéntica a la estimada (ῆ), también se precipitan.
Ahora que los des-gobernantes de esos años computados han creado políticamente el parasitismo social desde las masas ansiosas de ocio improductivo y disfrute reproductivo que carcome el ingreso de las personas trabajadoras, la riqueza nacional tiende a hundirse, ya por fuga, ya a causa de pérdidas de empleo de personas honestas, a quienes se les arrebata parte del salario, recurren devaluación del colón como mecanismo para la apropiación del ingreso y de distribución de pobreza para la repartición de la riqueza, además de perversas deudas externas e internas, rapiña de fondos de pensiones, salarios, sueldos, ahorros, dividendos y pensiones de personas jubiladas.
Al suponer que el escenario del IV trimestre del 2018 se asemeja al del 2017, la estimación augura un 2019 desalentador, en el mejor de los casos; si el des-gobierno actual, en todas sus adulteradas dimensiones (Poder Judicial, Asamblea Legislativa y Poder Ejecutivo), en asocio con el Banco Central y la Banca Nacional (Poder Financiero), no encuentra cómo saquear en lo profundo a las personas trabajadoras y honestas, el comején social que carcome la base de la pirámide del sistema socio político y económico logrará que estos entren en crisis de viabilidad. ¡El rabito de la ternera no es infinitamente elástico, ni su ubre será incapaz de amamantar a tanto parásito social!