“Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos.” Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina.
Una de las zonas más pobres del país lleva poco más de tres meses siendo masacrada por el alza tarifaria que mantienen los empresarios autobuseros aliados de Aresep. Con números escandalosos en pobreza y desempleo, Pérez Zeledón se proyecta como un cantón dirigido al desastre económico y social. Las comunidades más alejadas del centro de San Isidro, que ya de por sí sufren de un atraso económico importante, son las más afectadas ante las medidas tomadas por Gilbert Fernández y su grupo empresarial, esto porque las posibilidades de movilización con propósitos laborales o de estudio se ven interrumpidas por un aumento risible de 78-83% que apareció de la noche a la mañana.
Este aumento desproporcionado en la línea Gafeso afecta comunidades como San Antonio de La Amistad, San Pedro, Pejibaye, Cajón, General Viejo, Santa Elena, Los Chiles, Baidamboo, y demás pueblos lejanos del centro de Pérez Zeledón, y donde las personas forzosamente tienen que desplazarse por circunstancias de trabajo y estudio que no encuentran en sus ya devastadas comunidades. Lo que asistimos a ver es una guerra vergonzosa encabezada por los millonarios contra el pueblo, gente que en su mayoría –no en su totalidad- se dedican al campo y la agricultura.
¿Y los políticos defensores del desarrollo? ¿Dónde está Rosibel Ramos quien se declaraba en defensa de los agricultores de Rivas de Pérez Zeledón hace un par de meses en la Asamblea Legislativa? ¿Dónde está el alcalde que inspiraba progreso en campaña política? Que lo que ejecuta es retroceso para la gente más vulnerable de su cantón.
Pérez Zeledón está en crisis, y ni a Jeffrey Montoya, exasesor de Rosibel Ramos y actual alcalde, ni a la propia Rosibel Ramos les interesa la migración que estudiantes y trabajadores han tenido que ejercer para seguir trabajando y estudiando, o los sacrificios que las familias han tenido que hacer para poder continuar pagando tarifas. Mientras tanto, la organización comunal es la única respuesta ante el descomunal garrotazo que seguimos sufriendo en el sur del país, comités de lucha que se han formado en las comunidades afectadas. Nos enfrentamos al poder económico metido hasta las orejas en las instituciones públicas, estas que guardan silencio ante la realidad dolorosa que se vive, estas instituciones que tienen más cercanía con quienes escriben las políticas económicas que provocan hambre, miseria y frío en todo el país.
Sírvase este artículo para declarar que Pérez Zeledón está en guerra contra los empresarios que les hacen daño a las comunidades, sírvase para declarar que la lucha continúa desde la organización comunal porque las instituciones están volcadas con los millonarios de este cantón (Municipalidad y Aresep), sírvase para manifestar que no permitiremos que se continúe socializando la pobreza y privatizando las riquezas en un país donde el discurso de estado de derecho se limita al derecho empresarial de oprimir.
Sírvase como ejemplo de que quienes desangran el país son los millonarios salvajes y no los trabajadores.