Opinión

Extensión y Acción Social: respuestas integrales e integradas

Las presentaciones y reflexiones en las que participe en el Primer Congreso Interuniversitario de Extensión y Acción Social,

Las presentaciones y reflexiones en las que participe en el Primer Congreso Interuniversitario de Extensión y Acción Social, realizado el 16 y 17 de setiembre 2019, donde las universidades públicas propusieron fortalecer la cercanía y vínculos con la sociedad, y como funcionario del Consejo Nacional de Rectores en el Programa Estado de la Nación, me ayudan a hacer la siguiente reflexión.

El proceso de consulta y diálogo para este Congreso Interuniversitario de las cinco universidades públicas empezó con encuentros en las regiones del país, con actores institucionales, empresariales, organizaciones sociales y, en general, fuerzas vivas con las que las universidades han venido trabajando y atendiendo diversas necesidades de las comunidades.  Además de lo rico del diálogo y reflexiones surgidas en esos encuentros regionales, destaco la crítica y autocrítica ejercida en búsqueda de intervenciones de extensión universitaria más asertivas, colaborativas y claras en sus alcances y limitaciones por parte de los actores locales. Dichos aspectos se reflejaron también en el Congreso.

Aprovechando ese espíritu universitario autocrítico, señalo que las universidades públicas somos especialistas en describir y analizar cada elemento de la realidad, lo que nos hace ser súper especialistas en los detalles. Pero la vida nos ha demostrado que la suma de las partes no es igual al todo, que nos falta ver las relaciones entre las partes y sus implicaciones, que hacen que nos acerquemos más a la complejidad de la realidad, al todo.

La función esencial universitaria de la Extensión y Acción Social visualiza y trabaja con esas relaciones, al procurar dar una respuesta holística a la problemática en las comunidades.  Eso es valor agregado que se le debe dar a las otras funciones esenciales: investigación y docencia, para que también se vuelvan eficaces en la atención a las necesidades de la sociedad, que financia a las universidades públicas y que demanda sus servicios pertinentes con la vida y necesidades de esa sociedad.

Una triangulación adecuada de las tres funciones esenciales de las universidades, que leen y responden de forma integral a la realidad del país y marca las características fundamentales de la respuesta universitaria a las comunidades y sociedad, debe ser una respuesta integral e integrada. No en parcelas de conocimiento y de forma parcial. Eso implica avanzar en:

  • Equipos interdisciplinarios que hagan Extensión y Acción Social de forma holística.
  • Promoción de diálogo de saberes permanente y respetuoso, tomando en cuenta que además del conocimiento científico hay otros tipos de saber que tiene la población que deben considerarse.
  • Cambios en la estructura universitaria de parcelas, para hacer una formación e investigación más integral.
  • Criticidad y búsqueda de alternativas a un sistema dominante, que impone a los profesionales la especialización, sin mayor preocupación por transformar la realidad.
  • Funcionamiento y reglas administrativas al servicio de las funciones esenciales.
  • Humanizar la universidad dando base a una formación ética en todas las carreras y acciones universitarias.

Los desafíos del contexto actual son enormes y apremiantes, demandan a las universidades transformaciones profundas y acordes al ritmo de los cambios sociales, económicos, ambientales y políticos que vive nuestra sociedad. Recordemos que las universidades no somos entes neutros, estamos por el bien común, por una sociedad más justa y armoniosa con la naturaleza.

Para que las universidades sean conciencia lúcida de la sociedad, como le establece la Constitución Política, necesitan un “cable a tierra”, un contacto directo con la realidad del país, muy cerca de las necesidades de la población, para atenderlas, analizarlas, ampliar la frontera del conocimiento y formar profesionales comprometidos con el país y el bienestar de la población. La Extensión y Acción Social debería ser al punta de lanza de este perfil de universidad pública, pero hoy día es la “cenicienta”. ¿Cómo cambiamos esta situación? Las autoridades universitarias tienen la palabra.

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