Opinión

¡“Esos son los imprescindibles”!

El pasado 6 de junio se nos fue -físicamente- a los 92 años el Obispo Pagura, en su natal Rosario, en la Argentina

“Por eso es que hoy miramos con confianza el porvenir”.

Federico José Pagura.

El pasado 6 de junio se nos fue -físicamente- a los 92 años el Obispo Pagura, en su natal  Rosario, en la Argentina que tanto amó y por la que luchó incansablemente contra la dictadura militar en defensa de los derechos humanos.

Como Obispo de Costa Rica y Panamá, residió en San José entre l969 y l973, alzando siempre su voz contra toda injusticia social en cualquier pueblo del mundo.

Activista comprometido, intervino en  los diálogos de paz en Guatemala.  Durante “el terrorismo de Estado” en su país (a través del Movimiento Ecuménico por los derechos humanos), luchó frente al  secuestro y desaparición de jóvenes luchadores por la libertad y contra la represión, entre ellos el del profesor universitario Mauricio López, miembro del Movimiento Ecuménico y Rector de la Universidad de San Luis.   Una bomba estuvo a punto de acabar con la vida del Obispo y la de su familia, su respuesta sin embargo,  fue inmediata: “Esto nos afirmó más que nunca a trabajar en la defensa de la vida de nuestros compatriotas.”

Como Presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias, colaboró arduamente con los refugiados chilenos perseguidos por el régimen, después del golpe de 1973 que llevó al poder al dictador Pinochet.

No dudó en sumarse a las vigilias de las Madres y Abuelas  de la Plaza de Mayo en Argentina, frente a la Casa Rosada sede de la presidencia; ellas,  con su pañuelo blanco en la cabeza, protestan semana a semana  contra el secuestro de miles de niños, cuyos padres habían sido asesinados.     Mujeres cuyo emblema ha sido “por memoria, verdad y justicia”, que  han desfilado  con sus pancartas  durante décadas  en la búsqueda de sus seres queridos, y cuyos gritos han podido ser escuchados por muchos  de aquellos niños (as) hoy hombres y mujeres que han regresado a sus verdaderas familias.

El Obispo Pagura (miembro de la Comisión de la Verdad Conadep, que investigó los crímenes de lesa humanidad ) nos dejó un largo recorrido junto a tantos y tantas activistas que no se cansaron nunca de defender los derechos humanos, ellos (as) también regaron el camino para que a pocos  días antes del  fallecimiento del Obispo  (el pasado 27 de mayo en Argentina) se leyera la histórica sentencia de condena a los responsables de la Operación Cóndor, después de la recopilación de testimonios durante más de 15 años, y de la apertura de los “Archivos secretos del terror”.  El Plan Cóndor era una coordinación represiva entre países de América del Sur y los Estados Unidos,  “para perseguir y eliminar a militantes políticos sociales, sindicales y estudiantiles de  nacionalidad argentina, uruguaya, chilena, paraguaya, boliviana, brasileña…”  Un gran avance en la lucha contra la impunidad “de ayer y de hoy”, que como diría Pagura,  nos permite mirar “con confianza el porvenir.”

Nuestras condolencias a su apreciable familia, particularmente a Rubén quien ha vivido tantos años en Costa Rica, y quien   nos ha legado su música, su teatro y su poesía, al igual que su padre que también había sido músico y poeta, autor de muchas letras de tango que lejos de ser fatalistas nos hablaban de la vida y la esperanza.

El Obispo Pagura fue de los que lucharon toda una vida y como decía el gran  escritor  alemán: “¡esos son los imprescindibles!” No es casualidad que  en una de sus entrevistas -el  que fuera declarado ciudadano ilustre de Rosario- terminara diciendo: “No le tengo miedo a la muerte, sí a una vida sin sentido”.

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