Opinión

Embarazoso error de presidenta del BCR

Embarazoso error comete la señora Paola Mora Tumminelli, presidenta de la junta directiva del Banco de Costa Rica (BCR),

Embarazoso error comete la señora Paola Mora Tumminelli, presidenta de la junta directiva del Banco de Costa Rica (BCR), al referirse al Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) en la entrevista que brindó al Semanario UNIVERSIDAD, del 25 de abril del 2017; bajo el titular “Como banco comercial, no es viable” y referente al futuro de Bancrédito.

Embarazoso porque demuestra el desconocimiento de la forma en que opera el SBD,  pese a que el BCR cumple varios roles relevantes en el Sistema, y por los cuales se le paga, particularmente, por la administración del Fideicomiso Nacional para el Desarrollo (Finade) y el Fondo de Crédito para el Desarrollo.

Ante las preguntas que le realizó Semanario UNIVERSIDAD, resulta incómodo y desconcertante, que la presidenta indique que el SBD no funciona si el beneficiario de crédito no cuenta con una garantía que respalde el financiamiento.

Hay que sacarla de la equivocación e indicarle que es el BCR, quien administra el Fondo de Avales y Garantías del SBD, con el cual, se respaldan a miles de micros y pequeños empresarios –con una cartera de crédito superior a los ¢35.000 millones– y que de otra manera no habrían sido bancarizados.

Además, el mismo BCR utiliza este fondo y así ha logrado ampliar su base de clientes e incluso redimir aquellos préstamos que no fueron honrados, lo cual ayudó a sus indicadores financieros.

Es pertinente indicarle que el SBD cuenta con un portafolio de 50 productos de crédito, dan cobertura a los distintos enfoques de atención o sectores primordiales para el SBD, según la Ley 9.274. Los resultados son halagadores:  el Sistema, en su conjunto a febrero pasado, colocó más ¢289.000 millones, registró un saldo de cartera de más de ¢211.000 millones en más de 30.000 operaciones, con un monto promedio de ¢9 millones.

El 85% de los créditos califican como microcréditos, de acuerdo con la definición de la Ley, más del 50% han sido colocados en el sector agropecuario, la cuarta parte está en manos de mujeres, es decir más de ¢50.000 millones y un 31% de la cartera está en regiones con Índice de Desarrollo Social (IDC) catalogado como “bajo” o “muy bajo”.

Mora plantea que el personal de Bancrédito puede aprender a hacer Banca para el Desarrollo, y ciertamente es correcto, pero deja de lado los costos que implica la capacitación en un segmento de mercado desconocido para el personal, así como el desarrollo e implementación de tecnologías necesarias para la atención de los micros, pequeños y medianos productores. El BCR con todos sus recursos aún no ha logrado atender a plenitud este sector.

Mora deberá cuestionarse si lo que ella considera el “no funcionamiento del SBD” se debe, en parte, a la gestión que viene realizando el BCR como miembro del Sistema, siendo el único banco público que no logró cumplir con las metas definidas en este tema.

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