Me llama la atención el expediente legislativo número 21.128, presentado por el diputado Jonathan Prendas, sobre la implementación del Presupuesto Base Cero (PBC) para programación estratégica con base en resultados, dado que en los años 70 se trató de implementar el Presupuesto Base Cero, pero no dio buenos resultados por diversas razones. Asimismo, un sistema de presupuesto o una metodología como es la base cero no se establece por ley, sino por reglamento, como se hizo con el presupuesto por programas en la Ley de Administración Financiera y Presupuestos Públicos.
Para simplificar, el PBC es un método que pretende asegurar que todos los gastos sean revisados en un proceso presupuestario; aplicar a todos los gastos el análisis de costo – beneficio; y que solo se aprueben los gastos que tengan mucha prioridad.
La técnica de presupuestación en base cero permite la identificación, evaluación y justificación de cada una de las actividades planteadas, teniendo en cuenta los niveles mínimos de costo, medios y esfuerzo de cada unidad necesarios para realizar actividad. Es por ello que permite encontrar gastos de programas obsoletos incorporados en los presupuestos por pura repetición y, consecuentemente, proceder a eliminarlos, así como las partidas de gastos menos productivas, que se ponen de manifiesto mediante los procesos de análisis y priorización de actividades, propios del Presupuesto Base Cero.
Sin embargo, al mismo tiempo, al sistema de presupuestación en base cero le son atribuidas ciertas deficiencias como consecuencia de experiencias pasadas. Entre ellas cabe destacar la siguiente: la dificultad de implementarlo, puesto que su plano teórico es excelente, mientras que su realización empírica requiere de un desarrollo más profundo para poder llegar a establecerlo como instrumento de uso en los presupuestos generales de cualquier estado.
Además, en su elaboración se necesita gran cantidad de tiempo y de papeleo, lo que supone un alto costo derivado de los procesos de análisis, priorización, clasificación, que caracterizan a esta técnica presupuestaria. Debido al gran número de órganos implicados en su elaboración, tales como Ministerio de Hacienda, oficinas de presupuesto y unidades ejecutoras o centros gestores, se consume una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y trámites, lo que supone una importante limitación con respecto otros procedimientos presupuestarios.
Es importante indicar que países como Perú, Ecuador y Guatemala, que han avanzado mucho en la implementación del Presupuesto por Resultados y no se han notado cambios sustancialmente el mejorar la situación económica y social, presentan altos niveles de pobreza. También, es importante señalar que Presupuesto por Resultados es una herramienta que puede ayudar a planificar a mediano plazo al potencial los Planes Estratégicos que se complementan con los presupuestos plurianuales, y permite que se identifique de manera adecuada los grupos de interés; es decir, población a quienes se deben brindar los bienes y servicios. Utiliza también la planificación táctica operativa, portafolio de proyectos y actividades y la adecuada vinculación del plan y el presupuesto.
También, hay que indicar que el Presupuesto por Resultados es una metodología, no un sistema, que se aplica dentro del sistema de presupuesto por programas. En un seminario en el que participé, en Guatemala, sobre evaluación presupuestaria, se indicó: “la técnica de Presupuesto por Programas tiene vigencia en tanto el presupuesto es un instrumento de cumplimiento de objetivos y metas para expresar los productos que satisfacen las necesidades de la sociedad; y la llamada técnica del Presupuesto por Resultados es una denominación sintética que no manifiesta la integralidad del proceso presupuestario”. Porque para llegar a los resultados se deben utilizar técnicas y procesos ya perfectamente tipificados y desarrollados teórica y prácticamente en la técnicas del Presupuesto por Programas.
Por ello, es conveniente aplicar elementos del presupuesto por programas enfocado a resultados, considerando que Presupuesto por Resultados tiene como propósito del cambio: “Fortalecer la eficacia y equidad del gasto público, para contribuir a la mejora del desempeño del Estado respecto del bienestar de la población, en particular de los pobres y excluidos”. Se trata por tanto de mejorar el desempeño del Estado en las áreas que mayor incidencia tengan en el bienestar de la población.