Opinión

El presidente Chaves y la Marcha del Orgullo

Autoritarismo, fobias y amenaza al Estado de Derecho y la democracia.

Por el Movimiento Diversidad Abelardo Araya

 

  1. El contexto: jugando chapitas

 

El presidente despide a su ministra de Cultura y su “comisionado de inclusión social” porque concedieron a la Marcha del Orgullo LGBITQA+ la declaratoria de interés cultural, y lo hicieron “sin autorización del Presidente (sic) o su despacho”. Así pues, el gobierno se maneja como si fuera una de esas familias disfuncionales, donde un papá agresor, irascible, refunfuñón y malhumorado, no permite que nadie haga nada sin contar con su permiso. En resumen: un gobierno sin liderazgo y un estilo gerencial anticuado y oscurantista.

 

  1. El desplante autoritario

 

Una vez más, el presidente Chaves hace ostentación de su ínfulas autoritarias y autocráticas, incapaz de escuchar razones y siempre listo para atropellar la dignidad de las personas, pero, además, mintiendo de forma inescrupulosa al decir que no había permisos para la marcha y que no se había coordinado con las instancias respectiva, incluida Casa Presidencial. Un presidente que actúa con tal grado de atropellamiento, con tal desprecio por la verdad, y de forma tan arbitraria, visceral y biliosa, debería ser motivo de preocupación para toda Costa Rica.

 

  1. Las fobias presidenciales

 

Ya se la venía notando, y de forma bastante elocuente, desde hacía tiempo. Pero esta vez se le cayeron todas las máscaras: el presidente no disimula su odio hacia las personas y colectivos de las diversidades sexuales y de género. Pero que no olvide el presidente que quienes formamos estos colectivos, también somos parte de la ciudadanía costarricense, y, conforme con la Constitución, los tratados internacionales y las leyes, merecemos el mismo respeto que merece cualquier persona en Costa Rica.

 

CONCLUSIÓN

Condenamos enérgicamente el proceder del presidente Chaves, su total falta de respeto, su arbitrariedad y autoritarismo, su intención manifiestamente discriminatoria, su proclividad por la mentira. Advertimos a toda la ciudadanía costarricense sobre las graves amenazas que todo esto entraña para el Estado de derecho, la democracia, la institucionalidad y la paz de Costa Rica.

 

 

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