Opinión

El Juramento Hipocrático y la Formación Médica en tiempos de Covid-19

En Costa Rica, toda persona que desee incorporarse para su ejercicio profesional en medicina, participa en una ceremonia especial que es convocada por el Colegio de Médicos y Cirujanos, en la cual se hace el Juramento Hipocrático, que representa, un compromiso ético personal, de la defensa de la vida humana, siendo la salud, un bien invaluable, que se debe defender, proteger, cuidar y promocionar. En apego a este juramento toda persona profesional en medicina adquiere una obligación especial y debe estar calificada y formada para llevarla a cabo.

Este juramento hipocrático no es meramente una cuestión de conciencia, va más allá del juramento constitucional que entraña la determinación de apego estricto a las leyes y a los valores éticos; sino que constituye un compromiso de una conciencia bien formada, clara y verdadera que deberá evidenciar y responder para tomar decisiones clínicas relativas a la vida o muerte de otras personas, el respeto a la vida de las personas, su dignidad, y no estar a merced de los intereses de turno, ni al servicio de ninguna ideología lesiva para cada ser humano y para la sociedad, ni que se doblegue a presiones populistas.  De tal forma, que a las personas profesionales médicas se nos exige reaccionar adecuadamente, incluso por encima del peligro o cuando se compromete su misma vida, de esta forma la relevancia del juramento permea su actividad diaria y va más allá de una simple formalidad el día de su incorporación al Colegio profesional.

En tiempos de pandemia por la Covid-19, más que nunca, muchas personas médicas tenemos presente nuestro compromiso con la salud humana, desde los diferentes puestos y centros de trabajo en que nos desenvolvemos cada día. Sin duda, esta pandemia, ha sido un evento disruptivo que ha representado un desafío y nos ubica en condiciones nunca esperadas y que hemos enfrentado con gran esfuerzo, coraje y valentía tratando de hacer lo mejor pero siempre con un objetivo claro: el respeto a la salud y la vida humana, que, en el caso de la Escuela de Medicina, se traduce en mantener la excelencia académica que ha caracterizado estos 60 años de existencia que en este 2021 estamos celebrando.

Recientemente, nuestra unidad académica ha sido blanco de acusaciones y desacreditaciones injustificadas por un grupo de estudiantes, que no han querido escuchar lo que clara, vehemente y ampliamente, les ha sido explicado en las diferentes formas de comunicación que existen en nuestra institución, a pesar de que siempre se les han abierto los espacios a la representación estudiantil, en los órganos colegiados de la Escuela, en reuniones a las que se les convoca, cuando se considera que hay información nueva e importante para compartirles, en las redes sociales con que contamos, etc. Estas acusaciones y desacreditaciones además de injustificadas son injustas, pues pretenden manipular la opinión de profesionales ajenos a la medicina, por un lado, achacándole responsabilidades a la Universidad de Costa Rica sobre decisiones de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), que es a la que compete la apertura de los campos clínicos y por otro lado al querer dejar en mal a sus profesores, que son docentes comprometidos con la excelencia académica que caracteriza esta casa de estudios.

De esta forma, hoy, considero que el mensaje más importante de resaltar y señalar  antes las continuas insistencias y reclamos de ciertas personas (que a toda costa buscan se les concedan sus deseos aunque estos no sean los correctos), lo que es un hecho hasta el día de hoy: que la formación médica de una institución pública nunca tiene los mismos fines que los de una universidad privada, por lo tanto, nuestros docentes en unanimidad, han señalado, en diferentes momentos y espacios,  que no pueden darse como aprobados los cursos clínicos, cuyos componentes teóricos se impartieron virtualmente, esto hasta que concluyan sus prácticas o rotaciones clínicas. Porque tenemos que garantizar, como institución pública y profesionales médicos responsables, el hecho de evidenciar que cuentan con las destrezas y competencias para atender adecuadamente a un paciente y hacer un examen físico apropiado a una persona en los diferentes diagnósticos y contextos clínicos y tomar las decisiones precisas para el cuidado de su salud, de ahí que pretender aprobar cursos solamente con conceptos teóricos podría tener graves repercusiones a futuro no solo para quien lo pretende sino para la población que atienda. Una formación práctica omisa o deficiente no le permitirá a una persona estudiante enfrentar los contextos laborales futuros, esto exige responsabilidad del cuerpo docente porque los estudiantes actuales serán las personas que nos atenderán en el futuro y al igual que exigimos a los médicos y médicas formados en cualquier parte del mundo, con más razón a los formados en nuestra unidad académica, lo que estará en juego es la salud de la población costarricense. Es acá, donde considero importante recordar la cita de nuestro ilustre Rector Rodrigo Facio: “La Universidad no es, no puede ser, simplemente una fábrica de profesionales individualistas y despreocupados”, agregando “Lo profesional es un instrumento, un medio, no un fin y por lo tanto, lo que se debe pretender es afirmar consiente y deliberadamente las cualidades humanas y sociales de quienes van a usar estos instrumentos”.

Así mismo, es importante recordar que nuestros docentes, son los médicos y médicas que atienden la pandemia por la Covid-19 en las instalaciones hospitalarias de la CCSS, y que ese es el ámbito y único espacio de formación que tenemos, pues bajo la figura de superposición horaria, es donde se atiende y forma nuestro estudiantado.  La Escuela de Medicina, a diferencia de otros países no cuenta con un hospital universitario y es por esto que debemos respetar las decisiones de la institución hermana, sea la CCSS, y que ya ha iniciado la apertura escalonada de los campos docentes y es ella quien dicta la pauta de la reinserción de los diferentes grupos de estudiantes de todas las universidades.

Por otra parte, en la enseñanza de la medicina, la simulación, el e-learning, la virtualización, la telemedicina, son herramientas didácticas importantes y hemos incursionado en ello según nuestras posibilidades económicas y de recurso humano, pero aun así, al igual que la Covid-19  es algo nuevo,   estas herramientas didácticas, hay que evaluarlas y determinar el efecto real que tiene en la formación médica de calidad, por lo cual no se puede  exponer nuestra formación utilizando solo estas actividades didácticas, excluyendo las rotación clínicas, que han demostrado su impacto en la adquisición e integración del conocimiento médico.

Nuestro personal docente clínico, está agotado por la pandemia, pero aun así han hecho su máximo esfuerzo, para ofrecer sus conocimientos a través de la virtualidad, por medio de módulos, cursos de preparación para el examen de internado y hasta preparando desde ya el apoyo para el futuro examen de incorporación, entre otras actividades docentes que han participado, buscando actualizar para aquellos que deseen sus conocimientos teóricos, lo cual ha sido apreciado por gran cantidad del estudiantado.

De esta forma, la Escuela de Medicina, ha brindado docencia, ofertado y brindando la apertura de todos los cursos del área básica, y  recientemente con el esfuerzo, de muchos, en busca de soluciones, de forma responsable, para que se continúen cursos con rotaciones, logró el apoyo de otras instituciones públicas  que quieren colaborar con estas rotaciones en los cursos de tercer año donde se han considerado posible hacerlas  y con el esfuerzo de diferentes actores se ha logrado la apertura total de los bloques de internado, de esta manera podemos decir que la carrera de Bachillerato en Ciencias Básicas y Licenciatura en Medicina y Cirugía, no está en un cierre técnico. Reitero, se han buscado soluciones conjuntas entre los coordinadores de los cursos, en procura de que garanticen la formación del médico general que Costa Rica se merece. Pero estas son decisiones de los docentes, quienes son los que tienen la competencia en la formación médica, y son los garantes de enseñar los conocimientos y destrezas que corresponden, pero aún es claro, en este momento, no todos los cursos clínicos se pueden impartir en estas instituciones, por esto se ha indicado al estudiantado de cuarto y quinto años de la carrera,  que se debe esperar la apertura de los campos clínicos en los cursos que están pendientes, y que deben impartirse en las instalaciones de la CCSS, que corresponderá e irá con la mejora de la crisis sanitaria del país.

Es claro que la Covid-19, es un gran desafío, sin duda con impacto sanitario y social, pero esto no puede justificar jamás, que una unidad académica como la nuestra que ha demostrado su compromiso con la salud del país.  Se vea, violentada, en sus extremos, por personas, que no aceptan y se mantienen inflexibles a sus exigencias, donde las decisiones de apertura de campos clínicos no dependen de nuestra institución, sino que es la CCSS la que va dictando esta apertura, según la situación sanitaria que tenga el país y cuando esto ocurre, siempre se han brindado los campos clínicos y sus espacios de formación al estudiantado.

Instamos, a las personas estudiantes, a vacunarse y a seguir las medidas de seguridad contra la COVID-19, de ser respetuosos con las autoridades y decisiones institucionales en cuestiones de becas y demás directrices, y sobre todo a tener luchas conjuntas, pero no entre o contra la Escuela de Medicina, porque solo trabajando unidos podremos logrando esta incorporación. Además, reiterar nuestro compromiso para los retos que estamos en las puertas, como es lo del Convenio Marco con la CCSS, y la necesidad de mantener esta relación con la institución hermana que hoy más que nunca, evidencia la importancia que tiene para la formación tanto médica como de todo el recurso humano que necesita el sistema de salud del país.

Termino citando de nuestro juramento hipocrático:  …… Tienes fe en tu trabajo para conquistarte una reputación: ten presente que te juzgarán, no por tu ciencia, sino por las casualidades del destino. […] Eres activo, sabes lo que vale el tiempo: no habrás de manifestar fastidio ni impaciencia……Cuanto más egoístas son los hombres, más solicitud exigen.

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