Opinión

El derecho al FEES, a educación de calidad para el país, responsabilidad institucional y dignidad

La negociación en el escenario de la Comisión de Enlace para la asignación de los fondos a la educación superior pública, ya tiene sus primeros resultados.

El ejecutivo, por medio de sus representantes presentó una propuesta, a todas luces inaceptable, para las instituciones de la educación superior pública.

Para los que defendemos la educación pública de calidad, se hace necesario tener claridad sobre cuál es el escenario en el que estamos, para llevar adelante las luchas que damos.

El marco de nuestro accionar nos lo da la legitimidad jurídica constitucional.

Aunque el gobierno nos trata pretendiendo ignorar ese marco y claro: no le convenimos a intereses, como los de aquellos que no contribuyen como debieran, a fortalecer el erario público. Entonces la lucha debe partir por defender y fortalecer ese marco, con actitud civilista y ejemplar.

Los enemigos de la educación pública de calidad, actúan de hecho. Pretenden ignorar ese marco e incluso llevan a cabo acciones, como ir atacando la Constitución “a pedazos”, intentando reformar artículos.

Semanario Universidad: “Arias defiende Regla Fiscal y reforma constitucional que amarra autonomías de universidades, municipalidades y CCSS a equilibrio financiero”.

“El presidente legislativo Rodrigo Arias defendió este jueves la regla  fiscal con aplicación a todo el sector público”.

“La reforma a la Constitución Política modifica el articulo 176 “Para que prevalezca el principio de equilibrio financiero sobre las autonomías constitucionalmente garantizadas”. Según dice el texto propuesto.” Esto, en consecuencia con lo promovido por el ex diputado del PLN, Wagner Jimenez en días pasados.

Una lucha en dos planos

Debe lucharse en dos planos fundamentales: la manifestación publica que, incluye la lucha en las calles, por un lado y en el marco jurídico, abrir un frente de lucha, nacional e internacional que implica la defensa jurídica y constitucional de ese marco.

No hay que olvidar la sentencia: “Con el enemigo no se dialoga. Se combate.”

El Papa Francisco, en su paráfrasis dice: “Con Satanás no se dialoga, se lo combate con la Palabra de Dios”.

Esto quiere decir: cuando el gobierno quiere ignorar el marco constitucional, debemos defenderlo y lograr en ese  marco jurídico institucional, hacer prevalecer el derecho del pueblo a una educación de calidad y excelencia.

Otro asunto que debemos tener siempre en primera línea es el asunto fiscal. En esto debemos tener clara la calidad de los actores: el gobierno no es el dueño del país, sino, es el actor que fue electo para que el país marche por los intereses nacionales y no privilegiando el interés de grupos. Poder formal y poder real, deben contar con la virtud del sentido de la ubicación.

Para lograr este cometido, el gobierno está en la obligación de  hacer llegar al erario público, los ingresos provenientes de todos los sectores nacionales que están obligados, según ley a hacerlo y no avalar portillos de escape. Con ingresos asegurados el Estado camina mejor.

La sociedad organizada ya está manifestando su descontento, pero debemos tener en cuenta, de memoria reciente, que con el plan fiscal, no bastó sólo con marchas, a pesar de éstas lo impusieron. A pesar de algunas marchas, que contaron según estimaciones, con alrededor de un millón de personas, lo impusieron. Ya lo dijimos: El frente jurídico es muy importante.

Mal haya el argumento de que la educación superior pública debe aceptar descubrirse para cubrir a otros sectores. Ningún sector debe quedar descubierto.

Cómo se va a hacer entonces para “No dar el pescado sino enseñar a pescar”. Tan llevado y traído en las campañas electorales.

Las universidades públicas fuimos con nuestros proyectos de Regionalización Interuniversitaria, que ya veníamos desarrollando en conjunto con las comunidades, a Barra del Colorado cuando Edén Pastora estaba dragando aguas en la zona y reclamando territorios, con tropas acantonadas. Estábamos conscientes del riesgo y la prudencia que debía tenerse, pero seguimos y nos hicimos presentes con nuestro trabajo y nuestro mensaje de trabajo y civilidad propositiva.

El gobierno hace mal en estar impulsando un  proyecto de país, enmarcado en un modelo retrógrado que ya viene decayendo  en el mundo, en la tendencia internacional.

No deben prevalecer intereses egoístas como la educación como un negocio, sino como un bien para gozar de bienestar en el país. Con  actitud civilizada y firme, se impone actuar sabiendo que no estamos pidiendo sino luchando con dignidad por  el derecho a la educación de calidad para el país, que se nos quiere cercenar.

Ya basta que periódicamente tengamos que salir a exigir y pelear lo que por derecho constitucional le pertenece a la Educación Pública y al futuro de nuestros hijos e hijas, aunque lo seguiremos haciendo si insisten en obligarnos.

 

 

 

 

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