Opinión

El COVID-19  impulsa al cambio presupuestario 2021

La formulación del presupuesto debe ser revisada, modificando las prácticas establecidas en las organizaciones, como la autodeterminación de necesidades manifiestas por las unidades administrativas

A la luz de la normativa existente y la formulación del presupuesto 2021 que da inicio, se proponen las siguientes medidas, para racionalizar esos recursos de manera que el ajuste privilegie las necesidades, aportando perspectiva transversal y corporativa.

  1. Metodología presupuestaria

La formulación del presupuesto debe ser revisada, modificando las prácticas establecidas en las organizaciones, como la autodeterminación de necesidades manifiestas por las unidades administrativas para sí mismas, revestidas por gustos y preferencias, sin que medie un filtro con autoridad de alto rango ante quien se demuestre la necesidad, capaz de medir el valor agregado de la solicitud y decidir la dirección de los recursos según las prioridades y hoja de ruta de la organización. Más que metodologías se trata de decisión gerencial. Es evitable que el presupuesto se establezca como “una carta al niño”.

 

  • Transformación Logística

 

El teletrabajo llegó para quedarse cambiando la cultura organizacional.

  • Los nuevos presupuestos tienden a una baja gradual en la partida de infraestructura. Sujetos a los cambios introducidos por el COVID-19. Dado que el gasto público se trasladó al teletrabajador en términos de acondicionamientos, remodelaciones, compra de mobiliario, gastos de luz, agua, Internet, aseo, seguridad y teléfono, por esa difuminación del gasto deben ser menores al año 2020.
  • En las instituciones la reducción de las partidas de alquileres requiere revisarse y comienza por determinar un órgano transversal y especializado, para hacerlo ordenadamente, una nueva función que debe elaborar a manera de proyecto un inventario con los contratos en distintas monedas y un programa de reducción de alquileres, según lo que deja ver hoy el teletrabajo y necesidades.
  • Una oficina de proyectos con recursos humanos del Estado, especializada y ubicada en diferentes entidades, puede dar inicio a la propuesta anterior, coordinada por Mideplan o Hacienda, y cada institución con visión programática más que contable, que elabore además un inventario de terrenos del estado que da para muchos fines. 
  • La nueva normalidad y el acceso a plataformas como Zoom, Microsoft Teams y otros no deja justificación para el aumento de flotilla, costos de operación y mantenimiento y de combustibles. Una solución centralizada desde una app puede ofrecer el servicio cuando este sea necesario con la flota estatal existente. Sin perjuicio de aquellas tareas con necesidad implícita del vehículo.

 

  • Transformación Institucional

 

Requisito sine qua non, con o sin COVID-19, es desarrollar un dinamismo para el mejoramiento de la administración pública, que determine nuevas necesidades de la sociedad, así como la perdida de vigencia de funciones, de manera que se pueda alcanzar una asignación justificada y precisa de los recursos. Se trata de cerrar unos procesos y abrir otros. Gobernado por el Sistema Nacional de Planificación, ley No 5525, en conjunto con las instituciones como responsables de su cambio, sin necesidad de más leyes.

 

  • Transformación Cultural y Tecnológica

 

Actualmente, los requerimientos de naturaleza tecnológica, solicitados por islas informáticas, auspiciadas por una cultura que busca soluciones a la medida, con una visión fragmentada que conlleva a tecnologías incompatibles entre sí, imposibilitan la interoperabilidad entre equipos, e impiden la accesibilidad en los trámites del Estado requeridos por el ciudadano desde un solo sitio. Como ha logrado Sinpe, el EDUS y Sicop experiencia a capitalizar para replicar prácticas.

Una rectoría con liderazgo y con visión transversal y corporativa en tecnologías puede dar gobernabilidad a ese proceso presupuestario para revertir la práctica, hasta realizar compras por volumen pactando licenciamientos corporativos para ganar economías de escala.

Son algunas medidas de gestión inmediatas que se pueden observar para aliviar la carga presupuestaria.

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