Opinión

El blíster es también plástico de un solo uso

¿Quisiera usted ayudarme para explorar la posibilidad de un proceso circular de este plástico de un solo uso y manejo más complicado, para incorporarlo en materiales de construcción?

Debo aceptar que el título busca llamar la atención a la necesidad de adoptar una actitud racional para el destino final de productos plásticos de un solo uso.

“Blíster” es el tipo de empaque plástico usado para expender fármacos y productos diversos como cepillos de dientes, productos de oficina, etc. Es un plástico transparente, con una lámina opaca en una de sus caras, para rigidez del conjunto y en muchos casos ayuda a proteger su contenido de la luz y también del oxígeno y la humedad del aire. Todos los conocemos porque están presentes en la cotidianidad del consumo doméstico y laboral.

En el caso de medicamentos, se trata de un material en cuya composición de incluye poli(cloruro de vinilo), poli(cloruro de vinilideno) y una lámina de aluminio metálico. No solo se trata de un plástico de un solo uso, sino que por su naturaleza química su reutilización requiere de ingenio y conocimiento científico y tecnológico.

Esto es diferente al caso de bolsas plásticas, tapas, botellas o estereofón. Estos últimos materiales se aprovechan postconsumo en Costa Rica en reciclaje energético, cuando se agregan a combustibles usados en hornos cementeros, así como materia prima para la fabricación de nuevas bolsas plásticas, envases para líquidos y otros artículos.

El caso de los blísteres de los medicamentos es diferente, pues no pueden someterse a calentamiento sin que se formen sustancias corrosivas como el cloruro de hidrógeno o, peor aún, sustancias cloradas tóxicas.

La prohibición del expendio de pajillas plásticas en sodas o de bolsas plásticas en pulperías es un paso apropiado para enfrentar el problema de la diseminación de plásticos en el ambiente, pero no representa una acción de política pública tecnológica significativa. Lo ideal es promover oportunidades novedosas para el desarrollo y puesta en acción de estrategias de manejo de estos residuos que no solo enfrente el problema de contaminación ambiental, sino que bien direccionado, apunte hacia el desarrollo de tecnología autóctona y fuentes de trabajo.

Existen iniciativas nacionales en este sentido, que verían mejor futuro si se tomara una actitud de oportunidad, en vez de condena del plástico sin ofrecer una alternativa para su uso y descarte final. Unos casos son actividades comerciales ya consolidadas y otras son de investigación científico-tecnológica que se llevan a cabo. Como por ejemplo: producción de enseres domésticos y desarrollo de materiales de construcción que incorporan estos residuos, o la optimización de la transformación térmica de residuos plásticos en una mezcla líquida, que por destilación produce una fracción similar a la gasolina y otra al dísel.

Creo interesante narrar un estudio que he realizado en mi laboratorio en la Escuela de Química. Hace alrededor de un año, leí en la prensa que una empresa nacional exploraba la incorporación de residuos plásticos en el concreto usado para fabricar adoquines y bloques de construcción. Solicité información y muestras para medir la difusividad de agua en la matriz de esos materiales experimentales. Luego, pedí libertad para usar los resultados como material didáctico en las lecciones de fisicoquímica, lo cual fue lógicamente aceptado a cambio de sus prototipos.

¿Por qué determinar movilidad de agua en esas matrices? Entre otras situaciones, imaginemos adoquines usados en un estacionamiento. Después de la lluvia, estos quedan saturados con agua, lo cual los hacen más susceptibles a erosión por las llantas de los automóviles. Con respecto al material tradicional, ¿qué tan rápido se secan luego por efecto del calor solar? Igualmente, ¿cuál material absorbe más agua y más rápidamente?

Mi experimento reveló que el material tradicional y el experimental con plástico incorporado absorben agua en igual proporción y con igual rapidez a 22 °C. El experimento de secado se llevó a cabo a 50 °C (modelo de superficie caliente por exposición solar). Aquí los valores mostraron diferencias entre el material tradicional y el novedoso, pero dentro de la misma magnitud. Ya que supongo que las condiciones para fabricar bloques y adoquines son diferentes, las diferencias observadas pueden considerarse como producto de los diferentes grados de compactación.

Y volviendo a los blísteres, ¿quisiera usted ayudarme para explorar la posibilidad de un proceso circular de este plástico de un solo uso y manejo más complicado, para incorporarlo en materiales de construcción? Mándeme todo lo que pueda conseguir en su ámbito familiar o de trabajo a mi laboratorio en la Escuela de Química.

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