Opinión

El ABC de las convenciones colectivas

Debido a la amplia discusión que se ha generado alrededor de este tipo de contrato, creo que hay vacíos en sus aspectos fundamentales.

Debido a la amplia discusión que se ha generado alrededor de este tipo de contrato, creo que hay vacíos en sus aspectos fundamentales.

Las convenciones colectivas son contratos de trabajo establecidos por ley; aparecen en el Código de Trabajo desde 1943, la Constitución Política y Convenios Internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), refrendados por Costa Rica.

En los últimos años los han, las han satanizado, y sus detractores demuestran mucha ignorancia.

Me correspondió negociar muchas convenciones colectivas con la empresa privada en los años setentas.

El sindicato que la solicita tiene que afiliar al 33% de los trabajadores de la empresa; el Ministerio de Trabajo es el mediador y el patrón pone su mayor esfuerzo en ceder muy poco a las demandas de los trabajadores.

La Convención no tiene límites. Puede tratar vivienda, salud, educación, salarios, pólizas, fiestas, etc.

Los negociadores de ambas partes desarrollan esa habilidad para llegar a acuerdos; claro está que es un proceso lento y de desarrollo de conciencia de todos los sectores; pero es la forma más acertada de conseguir beneficios, soluciones de conflictos y paz laboral.

Las trataron de sustituir por arreglos directos pero no lo lograron; estos demostraron su ineficacia.

Los beneficios que llaman “privilegios” actualmente, lo único malo que tienen es que no hayan llegado a todos los trabajadores del país. Son los trabajadores los que lo producen todo.

En el mundo desarrollado gracias a la madurez de todos los sectores se reduce la jornada, se aumentan los salarios, se reduce la pobreza y se reparte mejor la riqueza.

En Panamá y Nicaragua se negocian convenciones colectivas incluso con empresas costarricenses, en tanto, en nuestro país son prohibidos los sindicatos en el sector privado.

Por supuesto que el movimiento sindical tiene la responsabilidad de no haber sabido responder de la mejor manera a la arremetida patronal; sin embargo, estamos aprendiendo; tenemos la convicción de que tanto los sindicatos como las convenciones colectivas tienen mucho que aportar al país.

A los detractores de las convenciones colectivas no les cae mal informarse un poco para no dejar en evidencia su ignorancia.

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