Opinión

Educación a distancia o gestión del estudio a distancia

La educación a distancia es una modalidad que no debe ser asociada como si fuera un proceso aislado de educación, es un sistema tan complejo como el sistema de la educación presencial

Ante la gran experiencia humana acontecida por el COVID-19, la educación formal, no formal o informal no fueron la excepción de verse afectadas de las turbulencias que esta pandemia trajo al planeta. Específicamente, se ha visto los cambios abruptos que ha tenido que enfrentar la educación formal, siendo la más sacudida la modalidad presencial, al tener que ajustar sus procesos y procedimientos de la enseñanza y aprendizaje por el uso mediático y transversal, en gran medida, de las tecnologías de la información y comunicación.

Las instituciones o instancias, que velan por los procesos de educación formal, y en mayor parte aquellas cuya tradición, en la atención de sus actividades, es mediante la presencialidad, han sido las más sentidas ante un cambio coyuntural necesario en pro de la protección de la vida humana y la minimización del riesgo al contagio que latentemente se vive en cada minuto de esta realidad pandémica mundial. 

Esta situación ha traído consigo estragos de caos entre los actores involucrados en todos sus niveles y, aún hoy, después de seis meses, se trata de llegar a un equilibrio que genere tranquilidad y satisfacción en la atención de sus procesos, que garanticen la calidad de la educación formal asistida por el uso de entornos virtuales. 

Ha sido una labor seria, constante y comprometida de muchas personas e instituciones para lograr mantener la fluidez de los procesos educativos, así como un estudiantado, mayoría adulta – joven, consciente y esperanzado que los cambios que ha traído esta pandemia no les desfavorezcan y más bien le generen competencias en su formación escolar o profesional, que se pedían a grandes gritos, previos a la situación acontecida, para los diferentes procesos de la educación.

Significa esto que ¿las instituciones dedicadas a la educación presencial, se están convirtiendo en instituciones de educación a distancia? son muchas las aristas que han originado estos cambios y uno de ellos son las polémicas y defensas sobre la mención si el contexto es o no es de educación a distancia, es como si se despertara un temor de ser llamadas instituciones de educación a distancia y, tratando de hacer la diferenciación, buscan llamar de otras formas a sus procesos de enseñanza y aprendizaje que tienen como medio el uso de las tecnologías de la información y comunicación, que sin lugar a duda ya se tenían pero con lo acontecido fue necesario fortalecer e integrar.

La educación a distancia es una modalidad que no debe ser asociada como si fuera un proceso aislado de educación, es un sistema tan complejo como el sistema de la educación presencial. En la educación formal, sin importar la modalidad, se requiere de infraestructura, recursos y personas de manera integral que brindan el servicio de formación desde preescolar hasta la universidad.

Así las cosas, la modalidad presencial no debe cuestionarse y hacer énfasis de sus fortalezas para hacerse entender; ni la modalidad a distancia debe hacer alarde del favorecimiento de su mención para sentirse presente. También los expertos de una u otra modalidad no deben confundir la realidad con argumentos de que, si es o no educación a distancia, porque tanto la modalidad a distancia requiere de aspectos presenciales como la modalidad presencial hace uso de elementos a distancia, entonces, ¿somos o no somos?

Deben estar tranquilas las personas que sienten estar en una modalidad a la cual no se vislumbraban asistir, porque la modalidad que ha escogido no ha cambiado. La educación, ya sea en la modalidad presencial o a distancia, tiene estrategias semejantes en muchos de sus procesos y procedimientos para el logro de sus objetivos. Lo que sí se viene desarrollando con mayor fuerza son cambios en la gestión del proceso de la enseñanza y aprendizaje que ahora son a distancia y mediada por los recursos tecnológicos de alcance aún limitados, un ideal difícil de alcanzar, el ser ilimitados.

Estos cambios promoverán espacios de investigación, producto de la gestión del estudio a distancia de sus protagonistas esenciales, el estudiantado. Además, será necesario investigar sobre sus rendimientos, atención de responsabilidades, madurez, conocimiento, entre otros. También, estas personas serán los profesionales del mañana, aquí se verá o se observará la tendencia de las fortalezas y habilidades de los nuevos profesionales que, por casualidades de las circunstancias vividas, fue necesario introducirlos en su gran mayoría a un cambio abrupto de una gestión de educación a distancia, la cual es diferenciada por el uso de medios tecnológicos.

Asimismo, se presentan retos para las personas que tienen la responsabilidad de la dirección y ejecución de la gestión administrativa de educación, así como de la gestión académica de las diferentes instituciones públicas o privadas, promovidos por un cambio paradigmático, un renacer profesional, una metamorfosis de los procesos de la gestión de la educación que se venía anunciando, se venía mezclando y hoy es una realidad denominada acá como la gestión de la educación a distancia.

Finalmente, en mayo de 2019, había escrito un artículo de opinión que tiene como título “El profesor, institución y las nuevas generaciones de estudiantes.”, en él, se hace mención que “las nuevas generaciones universitarias, entrantes después del 2017, esperan ver en sus cursos un ingrediente que les es familiar hoy en día, el uso de herramientas virtuales.”, hoy eso es una realidad, aún por fortalecer, pero sí ya una realidad la cual no debe cambiar y sí, mejorar hacia una gestión educativa mediada por la gestión del estudio a distancia y el uso apropiado, eficaz y eficientemente, de los medios de la tecnología de la información, comunicación y aprendizaje. 

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