A continuación me referiré a otros disparates mencionados en el programa radial Desayunos de Radio Universidad del 12/6/15, donde sin contraparte alguna y siendo un tema de debate, Constantino Urcuyo y Ronulfo Jiménez, entrevistaron al Sr. Geovanni Garro, un tecnoentusiasta de los cultivos transgénicos (goo.gl/kT7M3y).
Sobre mosquitos transgénicos: para Garro la liberación de mosquitos transgénicos es una “estrategia buenísima”, afirmando además que “hay datos contundentes de esta tecnología”, sin decirnos dónde están, para su análisis por parte de la comunidad científica independiente. Al lector interesado en conocer los riesgos y problemas ligados a esa supuesta “estrategia buenísima”, que en realidad es “malísima”, se le recomienda consultar el enlace goo.gl/5wucsh.
Generalizaciones falsas, tendenciosas y contradictorias: mientras el entrevistador Jiménez se cree el mito de la supuesta mayor productividad de los cultivos transgénicos, al decir en su programa que: “si nosotros no usamos esas técnicas lo que se le está diciendo a los agricultores es que van a tener que seguir en la pobreza con rendimientos bajos y costos altos”, Garro afirma que es más bien una tecnología para “agricultores que tienen la capacidad de producir más por área y recursos [económicos]”, y que para los agricultores “que no tienen tanta suerte (…) se les puede promover agricultura de subsistencia, agricultura familiar, ecológica”. Como puede observarse, la contradicción es evidente, llamando la atención la simpleza con que ambos interlocutores se refieren a este tema. Organizaciones internacionales ocupadas en soberanía y seguridad alimentarias han descartado, con amplitud y contundencia, la factibilidad de la agricultura transgénica en virtud de sus problemas inherentes (goo.gl/fCNQnQ).
Oposición de la Unión Europea (UE): el entrevistado afirma que “hay muchos países” de la UE que “están sembrando” transgénicos, cuando en realidad es todo lo contrario, puesto que al 2014 solo se aprobó la siembra de un único cultivo transgénico (maíz) en cinco países, de los cuales España tiene más del 90% del área sembrada, seguida por República Checa, Portugal, Rumania y Eslovaquia. Actualmente la mayoría de los países de la UE piden vetar los cultivos transgénicos en sus territorios (goo.gl/gUWg2j). Contrario a lo afirmado por Garro, los ciudadanos informados de esa región, muestran un rechazo creciente a los cultivos y pseudoalimentos transgénicos, al igual que la mayor parte en el mundo, incluyendo a EE.UU. (goo.gl/PAFQuZ).
Desubicación espacial transgénica: cuando Garro se refiere a la finca en Chomes (Puntarenas) donde se sembraría maíz transgénico en el 2012, se atreve a asegurar “que cerca de ahí no hay ningún cultivo de maíz, a quizá unos 100 km alrededor”. ¡¡¡¿¿¿???!!! ¿Quién podrá creer una aseveración tan fuera de sentido de este calibre? El área señalada por Garro cubriría la mayor parte de Guanacaste, Alajuela y Heredia, así como una buena porción de Puntarenas y San José (ver aquí: goo.gl/xAqmn4).
¿Quiénes andan asustando? Si alguien anda metiendo miedo y cuenteando son precisamente los tecnoentusiastas y las organizaciones que representan los intereses corporativos transgénicos. Una de las falacias argumentativas favoritas de los promotores de los cultivos y pseudoalimentos transgénicos son afirmar que, en virtud del cambio climático y el crecimiento exponencial de la población mundial, vamos a padecer hambrunas si no aceptamos los cultivos transgénicos. Al respecto hay que decir que Garro ha venido colaborando y participando abiertamente, en su calidad de funcionario del TEC, con las organizaciones que representan los intereses corporativos transgénicos en nuestro país (goo.gl/z7NmEm, goo.gl/lGQNss, goo.gl/ce8w4l).
En próximos artículos me seguiré refiriendo a otros temas citados en esta entrevista.
