Opinión En el Día Internacional contra Monsanto (20 de mayo)

¿Por qué un Día Internacional contra Monsanto?

Múltiples razones justifican la iniciativa mundial de la sociedad civil contra Monsanto, una megacorporación que históricamente

Múltiples razones justifican la iniciativa mundial de la sociedad civil contra Monsanto, una megacorporación que históricamente ha sustentado parte de sus ganancias con prácticas fraudulentas y publicidad engañosa que compromenten la salud de las personas que tienen contacto con sus productos, algunos de los cuales son parte de la comida que llevamos a nuestros cuerpos sin ser advertidos por una indicación en las etiquetas sobre su origen transgénico.

Entre los productos más nocivos para la alimentación, la salud y el ambiente que Monsanto, con la anuencia de los gobiernos de turno y sus agencias regulatorias, así como de políticos, académicos universitarios y científicos mercenarios, ha liberado al mercado se encuentran: sacarina, PCB (bifenilos policlorados), poliestireno, armas nucleares, DDT (diclorodifeniltricloroetano), 2,4,5-T (que contiene dioxinas cancerígenas), agente naranja (mezcla de 2,4-5-T y 2,4-D), glifosato, aspartamo, hormona del crecimiento bovino (rBGH), cultivos y pseudoalimentos genéticamente alterados (transgénicos) con agroquímicos, y glifosato.

El Tribunal Internacional Monsanto en La Haya (Holanda) concluyó el mes pasado -entre otros aspectos- que esta corporación: está involucrada en prácticas que han impactado de forma negativa el derecho a un medioambiente sano; favorece la aplicación de prácticas que tienen impacto negativo en el derecho a la alimentación; promueve prácticas que impactan de forma negativa el derecho a la salud y a un ambiente sano; ha afectado de forma negativa el derecho a la libertad para la investigación científica, perturbando de forma negativa las libertades de pensamiento y expresión, así como el derecho a la información, prácticas que resultan fundamentales para salvaguardar otros derechos, como el derecho a la salud, alimentación, agua y a un ambiente sano; podría ser acusada del delito de ecocidio, en caso de que esta figura jurídica llegara a ser reconocida en la legislación penal internacional.

La propuesta de enmienda al Estatuto de Roma, que busca establecer el delito de ecocidio como 5° Crimen Internacional Contra la Paz, lo conceptualiza como “el daño grave, la destrucción o la pérdida de ecosistemas de un territorio concreto, ya sea por mediación humana o por otras causas, a un grado tal que el disfrute pacífico de ese territorio por sus habitantes se vea severamente disminuido”. Cuando esto suceda, Monsanto será una de las primeras corporaciones que serán acusadas, juzgadas y condenadas por cometer este grave delito a nivel planetario.

No es con publirreportajes rosa, ni con artículos de opinión encubiertos, ni pagando una carrosa en el Festival de la Luz, ni pintando paredes de escuelas locales (que se hacen ver como acciones de “Responsabilidad social”) como van a esconder la realidad citada.

Lo anterior explica por qué existe el Día Internacional contra Monsanto, una megacorporación, que como se demuestra en el vídeo-documental canadiense La Corporación, manifiesta en su actuar características sociópatas.

Por último, me permito recomendar los vídeo-documentales en Youtube El mundo según Monsanto, Puede más la codicia que la vida, El informe italiano sobre Argentina, Glifosato RT, Transgénicos: su impacto en la sociedad, la salud y la economía, y Envenenados crónicos, donde se observan pruebas fidedignas que muestran el ecocidio que viene realizando esta corporación, incluso con el favorecimiento y complicidad  de las autoridades políticas y hasta de científicos universitarios en diferentes países del mundo.

 

 

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