Como se sabe, el Semanario UNIVERSIDAD reposa cuando la institución cierra de modo que no resulta factible hacer bromas el 28 de diciembre. Sin embargo, así como van el mundo y Costa Rica las zumbas de inocentes parecen poder darse en cualquier momento. Todo día vale. Por ejemplo, el ducho Jefe Máximo de la DIS local explicó que ocho agentes sirios (sabios en terrorismo) que él solicitó entraran al país a un seminario, sin dar sus datos a Migración, no significaban problema por ser gente “confiable”. En Siria hay varias guerras. Y en ellas los servicios de espionaje están en todos los bandos. ¿A qué grupo o grupos servían los expertos sirios? ¿Al gobierno de Bashar al-Ásad a quien Occidente acusa de practicar el terror de Estado? ¿Al terrorismo financiado por la CIA y otros agencias estadounidenses? ¿Al terrorismo pagado por Arabia Saudita? ¿A los tres? Solo menciono algunos actores del conflicto. Hay otros. Y Siria no es un Estado declarado fuera de la ley. Así, los agentes “sirios” o eran del Estado sirio o eran conjurados terroristas. La broma fue “inocente” porque los peritos referidos nunca llegaron. El seminario se esfumó. No hubo de piña para nadie. Ni para el Faraón de la DIS.
Otra broma. Al Canciller Supremo de Costa Rica y a Migración les brincó la vena humanitaria y concedieron visas temporales a emigrantes cubanos ilegales que desean residir en Estados Unidos. Sin otro documento se envió a los cubanos para Nicaragua. Solo que no le avisaron. Cuando los fraternos vecinos rechazaron el ingreso ilegal, el Gobierno de Costa convocó a una reunión del SICA. No hubo acuerdo. El presidente Solís cerró la broma: mantuvo a su bufo Canciller y procedió a estudiar la salida de Costa Rica del Sistema de la Integración Centroamericana. Ja, Ja, Ja. El humanista gobierno costarricense no atiende a necesitados de su país pero se brinca fronteras. Ja ja ja.
No solo el Gobierno bromea. El Semanario UNIVERSIDAD en su último número de diciembre dedica un espacio (dos páginas con fotos) a las elecciones municipales, usualmente poco apreciadas por la ciudadanía y la prensa. El cronista David Chavarría Hernández la titula “Araya busca prolongar su caudillaje en San José” (UNIVERSIDAD, N° 2115). Araya es Johnny. Las dos planas versan básicamente sobre Johnny y las fotos son solo del candidato. Johnny informa que aportó 17 millones para su campaña de estos días. No niega que podría volver a Liberación cuando cumpla su castigo “ético” que estima resultado de una “persecución”. También revela que muchos funcionarios de la Municipalidad deliran por su retorno al mando de la Municipalidad. O sea, propaganda. Ni seña de planes o programas. Poquito sobre otros candidatos. Johnny, Johnny y Johnny. Lo acompaña, como vicealcaldesa, una pastora (de almas cristianas), educadora y periodista “además es la esposa del diputado del Partido Renovación Costarricense, Gonzalo Ramírez”. Del candidato del PLN, un señor Granados, solo se dice “redobla esfuerzos por desligarse del mandato de su cónyuge” (la actual alcaldesa, que sería la peste). Johnny, Johnny, Johnny. Gran Candidato. Esta es de las bromas que avivan llanto. Incluye un sincero-discreto mutismo sobre el trato que deja a Johnny competir en las series menores por Alianza por San José. Aunque algo se huele por su donación de 17 millones. ¡Vamos, Johnny! Todos saben que necesitas ese trabajo con bajo sueldo. Todo el mundo te saluda como el mejor. Tú nunca has fallado. El Semanario está contigo.
Cierro con broche. La Teleguía de “La Nación S.A.” (13/12/15) le cae a un tal Chamuko, “enmascarado bloggero”, que dispara en redes sociales y que le tiró al grupo costarricense que llegó a la Cumbre del Clima (París, 2015). La cronista, Lucía Vásquez, lo acusa de anónimo y cierra su furia con un “Los invito (al Chamuko y a quienes lo leen) a dejar de promover la desinformación, a cuestionar lo que leen y a ser más escépticos con la información que consumen. Estamos para más”. Sin duda los ciudadanos deberían exigir y dar más. Pero los han educado a “leer periodismo” La Nación S.A., Telenoticias y Repretel. Inocencia pura: “Haz lo que digo y no lo que hago”. O: “Paja en el ojo ajeno y…”. Pornográfico chiste.
