Opinión

Del proceso constituyente: principios rectores

Nos llegó el turno de definir un nuevo rumbo para el país. En setiembre del 2016,un grupo de ciudadanos gestionó la realización de un referéndum

Nos llegó el turno de definir un nuevo rumbo para el país. En setiembre del 2016, un grupo de ciudadanos gestionó la realización de un referéndum ante el Tribunal Supremo de Elecciones con el propósito de convocar una Asamblea Constituyente. La idea que anima a este grupo es la de construir una nueva Costa Rica, mediante la promulgación de una nueva Constitución, que nos permita vivir mejor a todos quienes habitamos este pedazo de tierra tan hermoso, que Dios nos regaló.

Sabemos que el país no va bien y que, cual tripulación indignada y atemorizada, vamos en un barco a la deriva en medio de un inmenso  y tempestuoso mar, y que el capitán poco puede hacer porque las velas están rotas y ya no queda combustible.

Ante esa crítica situación aflora una pregunta: ¿Qué vamos a hacer como individuos y como sociedad?  Las alternativas están claras: podríamos ignorar la gravedad de la situación, continuar hablando de miedo y seguir apelando a la teoría de la conspiración, en fin… seguir estancados en el presente sin visualizar un mejor futuro. O bien, dar un golpe de timón, poner este país a pensar, a soñar en grande y caminar de nuevo con paso firme y rumbo claro.

Decir que no estamos preparados o apelar al miedo no son  argumentos válidos para no hacer nada, eso sería capitular antes de buscar una solución. Los costarricenses tenemos que trabajar por un futuro mejor para todos. ¡Nadie lo va a hacer por nosotros! El costo de no hacer nada es muy alto. Dejemos a un lado la aversión al riesgo y al cambio y, más bien, dispongámonos a trabajar juntos en la construcción de un país mejor para todos.

La vida consiste en asumir la responsabilidad de decidir lo que vamos a hacer. La vida no es una cosa hecha ni tiene una trayectoria predeterminada como un cometa; tampoco es un producto, es proceso, camino, siempre tarea por hacer. De igual manera, el sistema democrático constitucional es una forma de vida que consiste en un rehacerse constante.  Pero para que ese cambio ocurra, se requiere que todos nos apropiemos plenamente del poder soberano que nos garantiza la democracia, como arquitectos y constructores de nuestro propio destino.

Así pues, el proceso constituyente que se ha puesto en marcha abre las puertas para que todos participemos en la construcción de la Costa Rica del futuro. Sin constituir una solución mágica para todos los problemas, sí abre un gran espacio para recuperar inteligentemente el diálogo sobre temas nacionales y participación política, tan venidos a menos en los últimos años.

Semejante proceso de deliberación ciudadana y pedagogía constitucional, nos permitirá no solo conversar sobre la nueva normativa constitucional, sino también transformar la cultura política y orientarla hacia la búsqueda de una sociedad más solidaria, un modelo de Estado que propicie el desarrollo equilibrado de todas las regiones del país y un sistema político más eficiente y responsable.

El proceso constituyente está planeado para que, de forma gradual, se vayan cumpliendo una serie de etapas, con el fin de que la gente tenga suficiente tiempo de informarse, conocer y participar creativamente en la construcción de esa nueva Costa Rica.

Resumidamente, estas etapas son: a) La solicitud ciudadana al Tribunal Supremos de Elecciones, para que el pueblo mediante un referéndum convoque o no la Asamblea Constituyente. b) La recolección de 162.522 firmas equivalentes al 5% por ciento del padrón electoral. c) La realización del referéndum, mediante el cual la ciudadanía decidirá la convocatoria de la Asamblea Constituyente.  d) La convocatoria de las elecciones de los miembros de la Asamblea Constituyente, el primero domingo de marzo, del 2019. e) La elección de los sesenta y un miembros de la Asamblea Constituyente, el primer domingo de julio, del 2019. f) La instalación de la Asamblea Constituyente, el 7 de noviembre del 2019, la cual sesionará por un máximo de 15 meses. g) La ratificación de la nueva Constitución por parte del pueblo, mediante un nuevo referéndum, el tercer domingo de julio del 2021. h) la entrada en vigencia de la nueva Constitución Política, el 15 de setiembre, del 2021, el mismo día que celebraremos los 200 años de vida independiente.

Este proceso se inspira en las mejores tradiciones del ser costarricense, en nuestra identidad común, esa que nos permite vernos, entendernos y sentirnos como “un gran nosotros” en medio de la diversidad. En consecuencia, se puede decir que el proceso constituyente es:

Popular. El proceso constituyente arranca, se desarrolla y concluye con la decisión del pueblo, su principal protagonista.

Participativo. El proceso constituyente es participativo porque el pueblo participa directamente en la toma de las decisiones más importantes: con su voto se decide la convocatoria de la Asamblea Constituyente y la aprobación de la nueva Constitución.

Inclusivo, igualitario y no discriminatorio. El proceso constituyente permite participar a todas las personas que lo deseen, de forma inclusiva, igualitaria y sin discriminaciones de ninguna naturaleza.

Pluralista. El proceso constituyente es pluralista porque se consideran todos los  puntos de vista.

Pausado. El proceso constituyente responde a un programa que se extenderá por cinco años, desde el 2016 al 15 de setiembre del 2021. Tiempo suficiente para que la gente pueda informarse y participar creativamente emitiendo su opinión y haciendo propuestas.

Transparente. El proceso constituyente está concebido para garantizar la mayor transparencia y publicidad de todos los actos que se vayan produciendo. Para ello se establecen canales permanentes y fluidos de comunicación o de intercambio de comunicación entre la gente, en aras de incentivar la máxima participación, la rendición de cuentas y la evaluación de resultados.

Seguro. Desde el plano jurídico el proceso constituyente es seguro. La ciudadanía conoce las reglas de juego que regulan el proceso constituyente desde el principio (2016) hasta su final (2021), lo que le permitirá saber a qué atenerse y cómo participar. Este principio de seguridad brinda certeza jurídica, por eso los argumentos falaces basados en miedos, riesgos y cajas de pandora pierden validez alrededor de la constituyente.

Pacífico. El proceso constituyente se produce en época de paz, sin duda, el mejor momento para repensar el país y promulgar una nueva Constitución. Lo más inconveniente para un país, es tener que revisar su normativa constitucional y su sistema de vida después de una guerra civil o de un golpe de Estado, cuando imperan los rencores y pasiones que se generan entre ganadores y perdedores.

Trabajo en equipo. El proceso constituyente requiere del trabajo en equipo, del trabajo colectivo, del trabajo de todos, para lograr la meta común de convocar la Asamblea Constituyente, promulgar una nueva Constitución y construir una nueva Costa Rica.

Democrático. Por lo anterior, el proceso constituyente es democrático; pero ante todo, significa valoración personal, oportunidad para que todas las personas, en condiciones de igualdad y responsabilidad individual, participen dándole vida a aquella máxima que concibe la democracia como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Como se puede concluir, el proceso constituyente que el pueblo ha puesto en marcha con el aval del Tribunal Supremo de Elecciones, apela al sentido más profundo de la democracia: al gobierno de la gente que habita este país, a la acción colectiva y comunitaria mediante la cual el pueblo decide ejercer la democracia directa, sin intermediarios de ninguna naturaleza.

Esto requiere -exige- que cada uno de los ciudadanos se disponga a marcar una diferencia, entendiendo que todos tenemos la responsabilidad de evaluar lo que existe y de decidir cómo queremos que sea el futuro. La Constitución Política no es una ley eterna, y los pueblos, en virtud del principio democrático, tienen siempre el derecho de revisar, reformar y cambiar sus reglas de convivencia. Tal es la estimulante tarea que tenemos por delante.

Suscríbase al boletín

Ir al contenido