Opinión

Declaratoria del Territorio Bribri Libre de REDD+

Son las 9 de la mañana y el aguacero empieza a cobijar el valle de Talamanca.

Son las 9 de la mañana y el aguacero empieza a cobijar el valle de Talamanca. Pasos determinados de botas comenzaron a andar antes de las 4 de la mañana, bajando montes, cruzando cricas, escuchando los pájaros conversar entre un sol que despierta dudas sobre lo que pasará en el día.

El 1 de julio cerca de 400 personas se reunieron en las instalaciones de la Aditibri en Suretka, Talamanca, para conocer la propuesta de la Declaratoria del Territorio Bribri Libre de REDD+. La cual surge desde las comunidades como una propuesta para apropiarse del derecho nacional e internacional indígena: la declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los pueblos indígenas, el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la ley indígena 6172 y resoluciones de la sala Constitucional, que procura garantizar que los pueblos autogestionen sus propios espacios y formas de decisión en temas que consideran urgentes en su territorio.

La declaración fue llevada a 15 comunidades del territorio Bribri, entre marzo y junio del 2016, conversada en talleres en su propio idioma y firmada por más de 300 personas. La presentación pública en la Aditibri marca un precedente de cómo las comunidades indígenas en Costa Rica pueden y ejercen el derecho a la autodeterminación desde sus usos y costumbres.

Fueron ocho años donde el gobierno de Costa Rica avanzó con la estrategia indígena a nivel nacional REDD+, haciendo caso omiso a las innumerables denuncias escritas en comunicados desde el 2011, conferencias de prensa, la denuncia interpuesta en el Tribunal de los derechos de la naturaleza en Perú del 2014 o la manifestación de 400 personas en casa presidencial en octubre del 2015.

Es entonces que las comunidades del territorio Bribri crean una barrera que impida la avanzada de REDD+ en su territorio, la Declaratoria señala: “Rechazamos cualquier protocolo de consulta, formulada con mediadores culturales, red de asociaciones, Asociación de Desarrollo Integral u otros, en participación con Fonafifo y Minae, ya que no contempla un proceso de buena fe, figuras tradicionales y conocimiento de los pueblos indígenas involucrados, violentando evidentemente el espíritu del convenio 169”.

Aunque las comunidades bribris le hayan dicho al gabinete del Minae en agosto del 2014, que la estrategia de participación indígena no era un proceso libre, previo e informado y que el transfondo de un proyecto como REDD+ es una amenaza de mercantilización de su territorio, pareció ser olvidada en debates prometidos nunca cumplidos. ¿Dónde está el interés del Gobierno que no informa realmente a los pueblos indígenas? ¿Por qué no actúan conforme a lo establecido en tratados y convenios internacionales? ¿Para qué afirman que llevarán a cabo actividades que no cumplen?

En abril, en la página oficial de REDD+ Costa Rica, anuncian una actividad realizada en el hotel Radisson, sin enunciar la fecha, donde el ministro de ambiente Edgar Gutiérrez se compromete a elaborar un Capítulo Indígena en la Estrategia REDD+, dicen: “Esto, debido al gran aporte y trabajo participativo recibido durante los talleres realizados con los pueblos indígenas en el marco de la etapa de información”. El 1 de junio el Minae anunció la consulta al proyecto del decreto presidencial para regular la estrategia REDD+ y otro decreto para reformar varios artículos del reglamento de la Ley Forestal con el objetivo de modificar el PSA en asuntos indígenas. Para este año según el oficio DG-OF-062-2016, el gobierno de Costa Rica dio por terminada la etapa de información y preconsulta en el tema indígena.

Lejos de los hoteles lujosos, donde la lluvia moja las milpas, los cacaotales y hace crecer los ríos, las comunidades indígenas tomaron el timo del bote para informarse y crear su propio criterio, concluyendo en su declaratoria: “Haciendo uso a nuestro derecho de la propia consulta decidimos rechazar el proyecto  REDD+, su protocolo de consulta, como cualquier modificación del nombre del proyecto y declaramos el territorio Bribri de Talamanca libre de REDD+, de la presente fecha en adelante.”

La asamblea de la presentación de la declaratoria en la Aditibri termina, son las 2 p.m., la gente está satisfecha, al fin pudo escuchar los detalles de este conflicto y pudo expresarse con los ritmos de una sabia paciencia ancestral. Es definitivamente un honor presenciar escenas tan solemnes, honestas y colectivas, en un mundo donde a algunas personas les parece buena idea, hacer negocio de vender aire para contaminar y que los indígenas, dueños y dueñas de los bosques, estén alegres de ello.

Por cierto, el sol empezó a salir y sonaron cantos de pájaros que aparecen luego de la lluvia, las comunidades regresan a sus casas, ahora ya hay un espacio para decidir sobre un territorio libre de REDD+.

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